El Ministro de Educación, Profesor Tahir Mamman, ha resaltado recientemente la importancia de que la edad mínima para la admisión de estudiantes en instituciones terciarias sea de 18 años. Durante una visita de seguimiento al Examen Unificado de Acceso a la Universidad 2024 en Bwari, Territorio de la Capital Federal, el ministro expresó su preocupación por la presión que algunos padres ejercen sobre sus hijos menores para que ingresen a la educación superior. Destacó que esta norma de edad está en concordancia con el sistema educativo actual 6-3-3-4.
El Profesor Mamman advirtió que los estudiantes de 15 o 16 años no deberían ser presentados a los exámenes de ingreso a la universidad bajo presión de sus padres. Subrayó que a esa edad los niños podrían no estar preparados para enfrentar las responsabilidades y desafíos que conlleva la educación terciaria, lo que podría dificultar su adaptación a un entorno universitario más autónomo.
Además, el ministro abordó la importancia de adquirir habilidades para aquellos estudiantes que no accedan a la educación superior. Destacó la necesidad de implementar programas de adquisición de habilidades desde etapas tempranas de la educación para preparar a los estudiantes para una vida plena una vez finalizada su educación obligatoria. Destacó que solo el 20% de los estudiantes podrían acceder a la educación superior, por lo que el 80% restante deberá contar con habilidades prácticas para encontrar éxito en otros campos laborales.
El portavoz de JAMB, Dr. Fabián Benjamín, confirmó que la edad mínima de 18 años para la admisión está en armonía con el sistema educativo 6-3-3-4. Por su parte, el Ministro de Estado de Educación, Dr. Yusuf Sununu, elogió el buen desarrollo del UTME 2024 y aprobó la introducción de exámenes en línea para combatir el fraude.
En resumen, la atención a la edad mínima de admisión, la importancia de la adquisición de habilidades y la lucha contra el fraude en los exámenes son aspectos fundamentales para garantizar un sistema educativo sólido y equitativo. Es crucial brindar a los estudiantes las mejores oportunidades para prosperar, ya sea en la educación superior o a través de programas de habilidades prácticas que se ajusten a sus necesidades e intereses.