La industria aeronáutica marroquí está en auge y el país se está consolidando cada vez más como un actor importante en este sector a escala mundial. Con una facturación anual de 2.000 millones de dólares, Marruecos está invirtiendo masivamente para transformar su economía, tradicionalmente centrada en la agricultura, en un centro industrial dinámico. La aeronáutica, con sus fabricantes de aviones, trenes y automóviles, está en el centro de esta estrategia de desarrollo.
Las autoridades marroquíes desean que esta evolución esté en consonancia con el crecimiento de las compañías aéreas nacionales, en particular de la compañía estatal Royal Air Maroc. Abdelhamid Addou, director general de Royal Air Maroc, destaca la oportunidad única que ofrece Marruecos en el mercado internacional, en un contexto de dificultades en la cadena de suministro global. Marruecos, con una posición estratégica ventajosa, podría aprovechar esta situación favorable para reforzar su presencia en la industria aeronáutica.
Empresas de renombre como Safran Aircraft Engines han establecido asociaciones con Marruecos para la reparación de motores de aviones de varias compañías aéreas. Más de 130 empresas aeroespaciales están activas en el país y producen componentes que van desde alas hasta fuselajes. Un elemento destacable es la presencia de un 42% de mujeres dentro de esta industria, porcentaje superior al de la industria manufacturera en Europa y Norteamérica.
A pesar de la imagen de mano de obra barata que algunos puedan tener de Marruecos, Marruecos invierte en la formación de trabajadores cualificados, en particular gracias al Instituto de Profesiones Aeronáuticas (IMA) de Casablanca. Mohammed Abdeljalil, Ministro de Transportes y Logística de Marruecos, destaca el compromiso del país de proporcionar recursos humanos cualificados a los inversores. Para Jean-Paul Alary, director general de Safran, el acceso a talento cualificado y bien formado es fundamental para alcanzar los objetivos de competitividad de la industria aeronáutica marroquí.
Sin embargo, a pesar de estos avances prometedores, la industria aérea enfrenta vientos en contra. Los desafíos planteados por la pandemia han provocado retrasos en la producción y entrega de fabricantes de aviones como Boeing, agravados por problemas en la cadena de suministro e incidentes graves que han afectado la reputación de la compañía. La creciente demanda está obligando a los fabricantes a buscar nuevos sitios de producción y reparación en todo el mundo, incluidas partes de Europa del Este y el Sudeste Asiático.
En conclusión, Marruecos muestra su determinación de consolidarse como un actor importante en la industria aeronáutica mundial, haciendo hincapié en la calidad, la competencia y la innovación. A través de importantes inversiones en capacitación y desarrollo de recursos humanos, el país se esfuerza por crear un ecosistema propicio para el crecimiento sostenible de este sector estratégico.
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