Durante las Reuniones Anuales del FMI y del Banco Mundial en Washington, se ha puesto un foco especial en las recientes intervenciones del FMI en el África subsahariana, en particular en la República Democrática del Congo. Abebe Aemro Selassie, director del Departamento de África del FMI, compartió sus análisis durante una conferencia de prensa. Destacó los notables esfuerzos del gobierno congoleño en la implementación de reformas económicas y los avances logrados en el marco del acuerdo trienal establecido en 2021.
La aprobación de la gestión de la RDC por parte del FMI revela la seriedad y compromiso del país en cumplir con las exigencias del programa trienal. El director Aemro Selassie elogió las reformas implementadas por el gobierno para asegurar la estabilidad macroeconómica, a pesar de los persistentes desafíos, especialmente los relacionados con los conflictos en el este del país.
El programa de tres años, valuado en 1.500 millones de dólares, ha sido fundamental en apoyar la estabilidad económica de la República Democrática del Congo. A medida que el país se acerca al final de este programa, surge la interrogante sobre la continuidad de la cooperación entre el FMI y la RDC en un contexto de creciente deuda e inestabilidad regional.
Respecto a la deuda, el director Selassie adoptó una postura mesurada y resaltó la importancia de evaluar la sostenibilidad de la deuda considerando diversos parámetros económicos. A pesar del incremento de la deuda externa de la RDC, el FMI considera que sigue siendo sostenible gracias al crecimiento económico y al aumento de los ingresos fiscales. La transparencia y la buena gobernanza en el uso de los recursos continúan siendo prioridades para asegurar una gestión responsable de la deuda.
En última instancia, la evaluación del FMI subraya la necesidad de una cooperación continua con la República Democrática del Congo para respaldar los esfuerzos de reforma y desarrollo económico. La conclusión del primer programa trienal ininterrumpido resalta la determinación del gobierno congoleño para implementar las reformas necesarias y muestra una visión a largo plazo para fortalecer la posición económica del país y promover la estabilidad financiera regional.