El abordaje de la llama olímpica a bordo del velero Belem para llegar a Marsella marca un hito histórico en los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta audaz iniciativa de cruzar el mar en lugar de volar simboliza un retorno a lo esencial y la conciencia ecológica.
Al elegir el Belem, un barco emblemático del patrimonio marítimo francés, los organizadores asumieron el desafío de llegar a Marsella de manera auténtica y respetuosa con el medio ambiente. Este viaje de doce días, que parte del Canal de Corinto, enfatiza la importancia de preservar las tradiciones marítimas y la necesidad de reducir nuestra huella de carbono.
La ceremonia de entrega de la llama a Francia desde Grecia adquiere un simbolismo especial al reforzar los lazos históricos y culturales entre ambos países. La elección de Florent Manaudou, campeón olímpico de natación, como primer portador en Marsella resalta la dimensión deportiva y ejemplar de este evento.
Más allá del simbolismo, este trayecto de la llama olímpica a través de Francia, las Indias Occidentales y la Polinesia Francesa brindará la oportunidad para que diversas regiones celebren el espíritu olímpico y se unan en torno a valores como la paz, la unidad y la superación personal. El recorrido hasta la ceremonia inaugural en París promete estar lleno de emociones y de compartimiento.
En resumen, el embarque de la llama olímpica en el Belem va más allá de un simple viaje, es una invitación a reconectar con nuestra historia, proteger nuestro planeta y celebrar la excelencia deportiva en un espíritu de solidaridad global. Este viaje único será recordado como un momento de gracia y unión para todos los apasionados de los Juegos Olímpicos.
Leer más en France24.
Leave a Reply