En el sector alimentario, las previsiones de precios de los cereales para los años 2024 y 2025 presentan tendencias divergentes. Se espera una disminución de los precios de los cereales, aceites y harinas en 2024, mientras que otras categorías de alimentos podrían experimentar aumentos durante ese mismo año. No obstante, para el año 2025 se anticipa una caída generalizada en los precios de los alimentos.
La proyección indica que el índice de precios de los cereales disminuirá un 11% en 2024, principalmente debido a la amplia oferta mundial de cereales. Específicamente, se espera que los precios del trigo caigan un 15% en 2024, impulsados por un aumento en la producción, con una proyección adicional de disminución del 2% para el año 2025.
Estas previsiones se ven influenciadas por varios factores, como la intensa competencia en las exportaciones, un aumento leve en la producción, un crecimiento en el consumo y una relación existencias-utilización más baja en ocho años.
Se prevé que la producción mundial de maíz alcance niveles récord en las temporadas 2023-2024, mientras que la producción mundial de arroz se mantendrá estable, lo que resultará en la relación existencias-utilización más baja en tres años.
Por otro lado, se espera un aumento del 8% en los precios del arroz en 2024 en comparación con el año anterior, debido a la escasez en los mercados globales y a las restricciones a las exportaciones impuestas por la India.
A pesar de la expectativa de disminución en los precios mundiales de los alimentos, aún no está claro cómo estos cambios podrían impactar en el mercado de alimentos de Ghana y en la situación general de seguridad alimentaria en el país.
En Ghana, las señales son distintas, con un aumento en la inflación de alimentos del 27,0% en febrero al 29,6% en marzo de 2024. Este incremento puede atribuirse a diversos factores, como la volatilidad de los precios en los mercados globales, los costos de producción locales y otros elementos internos de la economía del país.
En resumen, las proyecciones sobre los precios de los cereales y alimentos en los próximos años se ven moldeadas por una combinación de tendencias a nivel global y factores locales que configuran el panorama alimentario tanto a nivel internacional como nacional. Es fundamental monitorear de cerca estos acontecimientos para comprender su impacto en la estabilidad económica y social de los países afectados.