En el corazón de la provincia de Kasai Oriental, se está preparando una verdadera revolución con la llegada masiva de 600 jóvenes voluntarios del Servicio Nacional, bajo la dirección ilustrada del mayor general Jean-Pierre Kasongo Kabwik. Lejos de los estereotipos de delincuencia, estos jóvenes aspiran a convertirse en puntas de lanza de la construcción nacional, comprometiéndose decididamente a participar en este vasto proyecto de reconstrucción.
Bajo el liderazgo del comandante Jean-Pierre Kasongo Kabwik, estos jóvenes reclutas fueron enviados al centro Kaniama Kasese para recibir un intenso entrenamiento paramilitar, asociado a un meticuloso aprendizaje de oficios. Para el Mayor General, esta iniciativa marca un importante punto de inflexión y simboliza el ardiente deseo de los jóvenes de la provincia de Kasai Oriental de contribuir activamente al desarrollo del país. Con una perspectiva de cuatro años de experiencia, la elección de Kaniama Kasese como lugar de formación se inscribe en una clara voluntad de formar constructores de renombre, dispuestos a afrontar todos los retos.
En un arrebato de entusiasmo y determinación, estos 600 jóvenes voluntarios expresaron su deseo de dejar atrás largos estudios y dedicarse a profesiones concretas y gratificantes que garanticen un futuro profesional sólido. Algunos de ellos se inspiraron en el viaje de sus predecesores, quienes regresaron de Kaniama Kasese como constructores, demostrando que el compromiso y la perseverancia pueden cambiar vidas.
Este nuevo contingente de jóvenes voluntarios está plenamente comprometido con el apoyo a la iniciativa del Servicio Nacional, conscientes de que su salario será fruto de su arduo trabajo y compromiso inquebrantable. En perfecta complementariedad con otros jóvenes delincuentes que se han incorporado al centro de formación Félix-Antoine Tshisekedi, estos nuevos actores de la reconstrucción nacional ilustran la diversidad y la riqueza de los caminos que se cruzan en el Servicio Nacional.
A través de esta movilización ejemplar, Kasai-Oriental afirma su papel de liderazgo en la construcción de un futuro mejor para todos. Estos jóvenes voluntarios, lejos de limitarse a una simple tarea, pretenden dejar su huella en el panorama nacional, transformando así su compromiso en un verdadero motivo de orgullo y éxito para todo el país.