En el difícil mundo del emprendimiento, asumir riesgos es a menudo inevitable. Muchas personas se lanzan a la aventura empresarial por necesidad, en un entorno económico incierto y un mercado laboral competitivo. En Sudáfrica, más del 70% de las pequeñas empresas fracasan en los primeros dos años, lo que pone de relieve lo arriesgado que puede ser iniciar un negocio. La tolerancia al riesgo se cita a menudo como una de las cualidades clave de un emprendedor exitoso.
Un estudio de 2017 realizado por la Escuela de Negocios de Harvard encontró que las personas con una mayor tolerancia al riesgo tienen más probabilidades de emprender. Sin embargo, en un país como Sudáfrica, donde el crecimiento económico es bajo y el desempleo alto, muchas personas inician el emprendimiento por necesidad y no por elección. Esta presión económica y la falta de apoyo adecuado dificultan la gestión de riesgos para los empresarios locales.
Tshego Bokaba, Director de Inversiones Socialmente Responsables de Momentum Metropolitan Holdings, trabaja con muchos emprendedores a través de programas respaldados por la Fundación Momentum Metropolitan. Destaca la importancia del asesoramiento financiero personalizado para los emprendedores. Hacer planes financieros sólidos, ahorrar cuando sea posible y buscar formas de mejorar son pasos esenciales para garantizar un futuro próspero.
Incluso para quienes hacen malabarismos con un trabajo asalariado y un proyecto paralelo, la transición al espíritu empresarial implica riesgos y un miedo siempre presente al fracaso. Las actividades secundarias, que se han convertido en una necesidad más que en una elección, pueden tener un impacto en la salud física y mental de las personas. El informe de Momentum para pymes y trabajos por encargo para 2023 revela que muchos hogares sudafricanos ahora participan en proyectos paralelos para complementar sus ingresos.
Monique Schehle, jefa de estrategia y planificación de Momentum Metropolitan Holdings, señala que la transición al espíritu empresarial puede resultar difícil para quienes no tienen una inclinación natural a dirigir un negocio. Los asesores financieros pueden desempeñar un papel crucial para ayudar a los empresarios a gestionar los riesgos financieros y garantizar que sus negocios prosperen.
El camino hacia el éxito empresarial está lleno de desafíos, pero con la orientación adecuada es posible reducir los riesgos y lograr sus objetivos. Aceptar el riesgo es una parte integral del emprendimiento, y estar bien asesorado puede ayudar a navegar con confianza en este panorama complejo y cambiante. En estos tiempos económicamente inciertos, es esencial que los emprendedores se preparen, se rodeen de las personas adecuadas y tomen decisiones informadas para garantizar la sostenibilidad de sus negocios.
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