«Fatshimetrie revela una tendencia alarmante: África, alguna vez considerada un sumidero neto de carbono, es ahora una fuente neta de emisiones de carbono. Un estudio innovador dirigido por el Programa de Ecosistemas Futuros de África, con sede en la Universidad de Witwatersrand, destacó este preocupante desarrollo.
Entre 2010 y 2019, el continente pasó de ser un sumidero neto de carbono a una fuente neta. Esto significa que ahora emite tanto carbono como almacena, aumentando así la tasa de emisiones de carbono. En África se emiten cada año alrededor de 4.500 millones de toneladas de dióxido de carbono, una cifra preocupante que pone de relieve la urgencia de la situación.
Durante años, África ha desempeñado un papel crucial en la absorción de algunas de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, principalmente a través de sus ecosistemas tropicales intactos. Sin embargo, con el crecimiento demográfico y la creciente conversión de tierras para la agricultura, el continente se ha convertido en una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los investigadores señalan que el rápido crecimiento demográfico y las prácticas agrícolas intensivas contribuyen a este aumento vertiginoso de las emisiones de carbono. La quema de combustibles fósiles, las emisiones de metano del ganado, la pérdida de carbono del suelo y las emisiones de óxido nitroso son factores que alimentan este preocupante fenómeno.
A pesar de los esfuerzos por plantar árboles y restaurar ecosistemas, es esencial proteger las tierras naturales, como los pastizales y los bosques, que actúan como sumideros de carbono esenciales. Las iniciativas de reforestación deben planificarse cuidadosamente para no alterar estos frágiles ecosistemas.
En conclusión, África debe cambiar de rumbo para revertir esta tendencia alarmante. Existe una necesidad urgente de tomar medidas para reducir las emisiones de carbono, promover prácticas agrícolas sostenibles y proteger los ecosistemas naturales. El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad de actuar rápida y eficazmente para combatir el cambio climático».