En un contexto en el que la cuestión de la aplicación de la pena de muerte en la República Democrática del Congo es controvertida, chocan opiniones divergentes. Una carta abierta dirigida al presidente Félix-Antoine Tshisekedi Tshilombo por Michel Mwika Banza, presidente del Partido Nacional para las Nuevas Energías del Congo (PNEC), pone de relieve las preocupaciones y la oposición a esta decisión.
Mwika está totalmente en desacuerdo con el levantamiento de la moratoria sobre la pena de muerte, calificándola de práctica medieval incompatible con los principios fundamentales de los derechos humanos. En particular, aumenta el riesgo de abusos políticos y de falta de respeto de los derechos humanos que tal decisión podría implicar.
Recordando los fundamentos constitucionales e internacionales que consagran el derecho a la vida y prohíben los castigos crueles e inhumanos, Mwika aboga por mantener la abolición de la pena capital en la República Democrática del Congo. Advierte contra un retroceso en la construcción de un verdadero Estado de derecho y reclama la responsabilidad del Presidente de preservar la dignidad y la vida de todos.
Al citar ejemplos concretos en los que el indulto presidencial ha ayudado a corregir errores judiciales, Mwika subraya la importancia de mantener un sistema de justicia justo y equitativo, garantizando reparaciones por injusticias pasadas. Destaca las trágicas consecuencias de posibles ejecuciones injustas, recordando los nombres de víctimas de la pena de muerte en el pasado.
La carta de Mwika no sólo plantea un debate sobre la pena de muerte en la República Democrática del Congo, sino que también invita a una reflexión más amplia sobre la justicia, la equidad y la preservación de los derechos fundamentales de todos. Destaca las cuestiones cruciales de la protección de la vida y la dignidad humana en la construcción de una sociedad justa y respetuosa de los derechos humanos.