La crisis educativa en el sector Banyali Kilo en Djugu, Ituri: un grito de alarma por el futuro de los niños

Fatshimetrie destacó recientemente una realidad alarmante que afecta al sector Banyali Kilo, en Djugu, Ituri. Una treintena de escuelas primarias han dejado de funcionar desde 2022 debido a la ocupación casi total de la región por grupos armados. Esta preocupante situación fue destacada por notables de la entidad durante el Día Nacional del Maestro.

Actores de la sociedad civil local informaron que varias escuelas fueron devastadas, quemadas o destrozadas por milicianos. Las cifras son alarmantes: al menos 35 escuelas primarias de la red católica y protestante están actualmente inoperables en la región de Banyali Kilo. De ellos, 19 fueron incendiados deliberadamente, mientras que otros 12 fueron devastados por combatientes en localidades como Mami, Maliakizungu, Anyolo Kilu, Kaba, Wazabo e Itendeyi.

Esta situación ha privado a miles de niños de su derecho fundamental a la educación durante casi cuatro años. Obligados a la inactividad y expuestos a diversas formas de delincuencia, muchos de estos niños se ven arrastrados a grupos armados, poniendo así en peligro su futuro. Además, muchos docentes tuvieron que huir de la repetida violencia de las milicias, abandonando así sus misiones educativas y dejando a estos jóvenes sin referentes educativos sólidos.

Es particularmente preocupante observar que el sector Banyali Kilo no se ha beneficiado del programa gubernamental destinado a construir infraestructura escolar en 145 territorios. Trece de los quince grupos del sector están actualmente bajo el control de grupos armados, lo que tiene consecuencias desastrosas para la vida socioeconómica de la población local.

La situación en el sector Banyali Kilo refleja los principales desafíos que enfrentan las comunidades vulnerables en zonas de conflicto. Es imperativo que se tomen medidas concretas e inmediatas para restablecer el acceso a la educación de estos niños privados de escolarización. La educación es un motor esencial del desarrollo y la estabilidad de una sociedad y de ninguna manera debe verse comprometida por actos de violencia y destrucción.

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