Las recientes noticias en la República Democrática del Congo han provocado fuertes reacciones a nivel internacional. Las embajadas de Canadá, Noruega, Reino Unido y Suiza han expresado su preocupación por el levantamiento de la moratoria sobre la pena de muerte en este país. Esta decisión pone en duda un logro importante, ya que no se han producido ejecuciones en la República Democrática del Congo desde 2003 gracias a esta moratoria.
En una declaración conjunta, estas embajadas subrayaron su firme oposición a la pena de muerte en todas las circunstancias. Subrayaron que la aplicación de esta pena atenta contra la dignidad humana y que no se ha establecido ninguna prueba convincente de su eficacia disuasoria. Además, resaltaron el carácter irreversible e irreparable de los errores judiciales que podrían llevar a la aplicación de la pena de muerte.
Las embajadas también recordaron que la tendencia mundial es hacia la abolición de la pena de muerte, y más de dos tercios de los países del mundo ya han tomado medidas en esta dirección. Destacaron que estaban trabajando con sus socios internacionales para apoyar este desarrollo y expresaron su esperanza de que la República Democrática del Congo se una a este movimiento.
Esta declaración destaca la importancia de respetar los derechos humanos y promover alternativas a la pena de muerte. La presión internacional ejercida por estas embajadas podría alentar a las autoridades congoleñas a reconsiderar su posición y mantener la moratoria sobre la pena de muerte, contribuyendo así a promover una justicia más equitativa y respetuosa de los derechos humanos en la República Democrática del Congo.