*Fatshimetrie* – Cardenal Ambongo apoyado por la Iglesia católica Congo 2024
En este año 2024 convulso, la Iglesia católica en la República Democrática del Congo se encuentra en el centro de una tormenta provocada por las cuestiones políticas y sociales del país. El arzobispo metropolitano de Kinshasa, el cardenal Fridolin Ambongo, se encuentra en el centro de atención de la justicia congoleña. A pesar de esta delicada situación, puede contar con el apoyo inquebrantable de toda la Iglesia católica congoleña.
En un gesto inquebrantable de solidaridad, los fieles católicos de Kinshasa y el presbiterio de la archidiócesis de Lubumbashi expresaron su apoyo inquebrantable al cardenal Ambongo. En Kinshasa, los fieles enviaron un fuerte comunicado advirtiendo contra cualquier intento de amordazar al cardenal, al tiempo que pidieron prudencia presidencial para evitar cualquier humillación injusta. Por su parte, los miembros del presbiterio de Lubumbashi desaprobaron la implacabilidad de la que es víctima Mons. Ambongo y reiteraron su pleno apoyo.
Ante la crisis multisectorial que azota a la República Democrática del Congo, el presbiterio de Lubumbashi anima al cardenal Ambongo a perseverar en su misión de proclamar la palabra de Dios e intervenir en los asuntos del país. Subrayan la importancia de que el cardenal siga siendo un guía moral y religioso en una nación acosada por múltiples dificultades. En un llamado a la unidad y la paz, los fieles católicos se comprometen a continuar con acciones que promuevan la cohesión nacional y la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
En este momento crucial para la República Democrática del Congo, apoyar al cardenal Ambongo significa también apoyar los valores de integridad, verdad y justicia. La Iglesia Católica se erige como un baluarte contra los intentos de amordazamiento e intimidación, recordando al mundo la necesidad de proteger la libertad de expresión y la dignidad de cada individuo, incluso en los niveles más altos de responsabilidad. En un país que busca estabilidad y progreso, el papel de la Iglesia católica y sus miembros es más crucial que nunca para construir un futuro mejor para todos los congoleños.
En conclusión, el apoyo masivo brindado al cardenal Ambongo atestigua la fuerza y la determinación de la Iglesia católica congoleña para defender los valores de la verdad, la justicia y la solidaridad. Frente a los vientos en contra de la adversidad política, religiosa y social, la Iglesia sigue siendo un bastión de coraje y esperanza, dispuesta a acompañar a su pueblo en el camino hacia la reconciliación y la paz.
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