**La epidemia de cólera está afectando duramente a las zonas sanitarias de Mushenge y Dekese, en la provincia de Kasai, provocando una creciente preocupación entre la población y las autoridades sanitarias.**
El anuncio del gobernador de Kasai de la declaración de epidemia en estas regiones puso de relieve la urgencia de la situación. Con un total de 155 casos sospechosos y 35 muertes, la tasa de letalidad del 22,5% es alarmante y subraya la gravedad de la situación.
Ante este brote, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actuó rápidamente proporcionando suministros sanitarios contra el cólera a las autoridades de Mushenge, una medida financiada por el fondo central de respuesta a emergencias de las Naciones Unidas (UNCRF). Esta acción tiene como objetivo contener la epidemia de manera eficaz y coordinada para limitar su propagación.
El aumento de los casos de cólera en la región de Kasai, con un aumento estimado del 400,0% en la semana 14, pone de relieve la necesidad de una respuesta rápida y específica. El Mushenge ZS se ve especialmente afectado, lo que pone de relieve la importancia de las medidas de prevención y atención.
El número acumulado de casos de cólera desde principios de año, que alcanza los 12.578 casos y 201 muertes, distribuidos en 81 zonas sanitarias en 13 provincias del país, pone de relieve la magnitud de la crisis sanitaria. La tasa de letalidad del 1,6% genera preocupación sobre la capacidad de los sistemas de salud para hacer frente a esta situación.
Las cifras publicadas por la OMS sobre la incidencia del cólera en todo el mundo subrayan la magnitud del problema a escala internacional. En 2022, se registraron 472.697 casos y 2.349 muertes en 44 países, lo que pone de relieve la necesidad de una acción concertada para frenar esta enfermedad contagiosa.
La discrepancia entre las cifras oficiales y la estimación de la carga de morbilidad del cólera pone de relieve los límites de los sistemas de vigilancia y la necesidad de fortalecer las capacidades de detección y tratamiento. Los temores sobre el impacto en el comercio y el turismo no deberían frenar los esfuerzos para controlar la propagación de esta enfermedad.
Proporcionando apoyo logístico y financiero a las autoridades locales, fortaleciendo las capacidades de tratamiento y prevención y creando conciencia pública sobre las buenas prácticas de higiene, es posible contener y erradicar la epidemia de cólera en las zonas afectadas. Pero una respuesta colectiva y coordinada es esencial para superar este importante desafío de salud pública.