*Fatshimetria*
Durante décadas, África ha sido escenario de una tendencia preocupante: revisiones constitucionales oportunistas durante el último mandato presidencial. Esta práctica, a menudo justificada en nombre del progreso o la estabilidad, plantea serias dudas sobre la democracia y el compromiso de los líderes de respetar los principios fundamentales de la gobernanza.
Cuando los presidentes comienzan sus últimos mandatos, un frenesí de revisión constitucional se apodera con frecuencia del continente, impulsado por una sed insaciable de poder y el deseo de extender indebidamente su influencia política. Estas revisiones, a menudo apresuradas y controvertidas, erosionan los cimientos de la democracia y socavan la confianza del pueblo en sus líderes.
En lugar de consolidar el progreso democrático, estas revisiones a menudo sirven a los intereses personales de los líderes existentes, favorecen una concentración excesiva de poder y debilitan el equilibrio de poder. En última instancia, es la democracia la que sufre, las instituciones las que se debilitan y la voluntad popular la que se burla.
Es esencial que los líderes africanos comprendan la importancia de respetar los límites establecidos por la Constitución, promover la transparencia y garantizar una transición política pacífica y democrática. África merece líderes dedicados al bienestar de sus conciudadanos y no obsesionados con retener el poder a toda costa.
Al poner fin a la maldición de las revisiones constitucionales oportunistas, África finalmente podrá comenzar un nuevo capítulo, caracterizado por una gobernanza más responsable, instituciones más fuertes y un futuro democrático verdaderamente prometedor. Es hora de romper este ciclo dañino y dar paso a una era de liderazgo auténtico, respetuoso de los principios democráticos y verdaderamente centrado en el bienestar de los ciudadanos.