La persistente espera por la composición del primer gobierno del segundo mandato de cinco años de Félix Tshisekedi plantea interrogantes y preocupaciones entre la población congoleña. Desde el nombramiento de Judith Suminwa Tuluka como primera ministra el 1 de abril de 2024, han pasado 36 días sin que se ponga en marcha el equipo de gobierno.
Las razones de este retraso parecen estar ligadas a diversas complejidades, como la exigencia de ciertos socios de la Unión Sagrada, las discusiones en torno a la cuota, el tamaño del gobierno, el equilibrio geopolítico y la representación femenina. Esta situación genera preocupaciones sobre la efectividad y relevancia del equipo que finalmente se formará.
Algunos actores políticos y miembros de la sociedad civil piden un gobierno más estricto, compuesto por menos de 40 ministros, para evitar sobrecargar las finanzas públicas y garantizar una mayor eficiencia. Es esencial aprender las lecciones del pasado y no repetir los errores de una gobernanza anterior considerada ineficaz debido a su tamaño desproporcionado.
Mientras tanto, la población congoleña sigue enfrentándose a desafíos diarios como el alto costo de la vida, el deplorable estado de las carreteras urbanas, la falta de infraestructura y la persistente inseguridad. Este retraso en el establecimiento del gobierno también obstaculiza la gestión de los asuntos públicos e impacta directamente en la vida de los ciudadanos, particularmente en términos de pago de salarios de los funcionarios públicos, que presenta retrasos recurrentes.
Es urgente que los actores políticos se movilicen para formar un gobierno funcional capaz de satisfacer las necesidades reales de la población congoleña, particularmente en términos de seguridad, poder adquisitivo y desarrollo de infraestructura. Las expectativas son altas y es imperativo que el futuro equipo de gobierno esté compuesto por personas íntegras, competentes, con experiencia y comprometidas con el interés nacional.
La primera ministra Judith Suminwa Tuluka está llamada a asumir inmensos desafíos, en particular en términos de seguridad en el este del país, desarrollo económico y social y lucha contra la corrupción. Su liderazgo y su capacidad para formar un equipo sólido y eficiente serán cruciales para responder a las expectativas de la población y dar nueva vida al Congo.
En conclusión, el establecimiento del gobierno no debería retrasarse más, porque la urgencia de los problemas que hay que resolver es real. Es hora de dejar de lado los intereses personales y partidistas en beneficio del interés general y del bienestar de todos los ciudadanos congoleños. Una gobernanza transparente, eficaz y decidida a servir a la nación debe ser la máxima prioridad en la misión que le espera al futuro equipo de gobierno.
Leave a Reply