Fatshimetrie quiso informar de los recientes enfrentamientos que estallaron este miércoles 8 de mayo en la región de Sake, entre las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), apoyadas por combatientes de Wazalendo, contra los rebeldes del M23. Los combates se desarrollaron de forma intensa y violenta en las colinas de Ngumba y Lutobogo, situadas a menos de 5 kilómetros de la localidad de Sake, sumiendo a la región en una situación de extrema tensión.
Según información proporcionada por fuentes locales, tropas del M23 intentaron una incursión desde Kanve hacia la carretera nacional RN2, que conduce a Bukavu, con el objetivo de entrar en la ciudad de Sake. Sin embargo, este intento fue efectivamente repelido por fuerzas regulares, limitando así el avance rebelde.
Los enfrentamientos se produjeron en varios frentes, desde Lutobogo hasta las “3 Antenas”, pasando por Kiuli y Vunano. Los intercambios de disparos y el uso de armas pesadas fueron causa de detonaciones que resonaron hasta Sake, sumiendo a los habitantes en una situación de miedo e incertidumbre. También se informó de disparos de mortero en Kimoka y Sake, lo que reforzó el clima de inseguridad en la región.
Ante esta escalada de violencia, las poblaciones que vivían en los alrededores de la zona de enfrentamientos se vieron obligadas a refugiarse en lugares más seguros, como Mubambiro, para escapar de los bombardeos y preservar su integridad física.
Estos recientes acontecimientos se produjeron después de un período de relativa calma observado cerca de Rubaya y Ngungu, donde se habían informado actividades del M23. La persistencia de la presencia de rebeldes en varios ejes estratégicos, que van de Sake a Mushaki pasando por el centro de Masisi, de Rubaya a Ngungu, de Kilolirwe a Kitshanga y de Sake a Bweremana y Minova, impacta significativamente en la actividad económica de la ciudad de Goma, acentuando así las dificultades. que enfrenta la población local.
En resumen, los recientes enfrentamientos entre las FARDC, apoyadas por combatientes de Wazalendo, y los rebeldes del M23 en Sake han vuelto a hundir a la región en un ciclo de violencia e incertidumbre, poniendo en peligro la seguridad de las poblaciones civiles y comprometiendo la ya precaria estabilidad de la región.