Tras meses de operaciones conjuntas, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC), el teniente general Christian Tshiwewe, y su homólogo del ejército ugandés, han hecho un balance positivo de la operación «Shujaa» contra Rebeldes de las ADF en la región de Beni, situada en Kivu del Norte, así como en parte de Ituri. Esta colaboración estratégica entre las dos fuerzas armadas ha permitido avances significativos en la lucha contra los grupos rebeldes que operan en la región, en particular las ADF.
Durante una reunión celebrada en el puesto fronterizo de Kasindi-Lubiriha, los dos militares destacaron los éxitos alcanzados, incluida la neutralización, captura y entrega de numerosos líderes y combatientes de las ADF durante la operación lanzada en noviembre de 2021. Estas acciones permitieron también la liberación de varios rehenes y la reintegración de algunos rebeldes de las ADF tras un proceso de desmovilización y desradicalización.
Además de estos resultados tangibles, el Jefe del Estado Mayor de las FARDC y su homólogo ugandés acordaron movilizar recursos financieros adicionales para reforzar las operaciones en curso contra las ADF y restablecer la paz en la región de Beni, así como en una parte de los territorios de Irumu y Mambasa en Ituri. Este enfoque demuestra el compromiso de los dos ejércitos para garantizar la seguridad y la estabilidad en esta zona estratégica.
Esta reunión de alto nivel es parte de la continuidad de los esfuerzos realizados por las fuerzas armadas congoleñas y ugandesas para erradicar la amenaza de los grupos armados en la región. Se hace eco de otras iniciativas recientes, como la reunión entre el Jefe Adjunto del Estado Mayor General de las FARDC y el Comandante de las Fuerzas Terrestres del Ejército de Uganda, destacando la coordinación y cooperación entre los dos ejércitos.
Al mismo tiempo, el portavoz de operaciones de Sokola 1 habló de nuevas estrategias implementadas para superar los desafíos persistentes en la localización de los rebeldes de las ADF y fortalecer la seguridad en la región. Estas iniciativas demuestran la determinación de las fuerzas armadas congoleñas y ugandesas de garantizar la seguridad de las poblaciones locales y de establecer un clima de paz duradero en estas zonas afectadas por la inseguridad.
En conclusión, la Operación “Shujaa” y la colaboración entre las FARDC y las UPDF representan un importante paso adelante en la lucha contra la inseguridad y los grupos rebeldes en la República Democrática del Congo. Esta cooperación militar demuestra el deseo de los dos países de trabajar mano a mano para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región de los Grandes Lagos.