En el pintoresco pueblo de Beni Ammar Zerhoun, en el corazón de las montañas de Marruecos, continúa una tradición muy singular: la Fiesta del Burro. Celebración emblemática, el Festibaz es un vibrante homenaje a estos fieles compañeros de cuatro patas, símbolos innegables del alma del pueblo y de la autenticidad local.
Durante la 13ª edición de este memorable evento, los burros de Beni Ammar Zerhoun fueron mimados y homenajeados por los habitantes del pueblo. Una exquisita combinación de belleza y espectáculo amenizó el día, ofreciendo a los participantes una verdadera inmersión en la vida rural marroquí.
El punto culminante del festival fue sin duda el concurso de belleza de burros, donde siete distinguidas candidatas compitieron para ganar el codiciado título. Bajo la atenta mirada de un exigente jurado, los propietarios presentaron a sus protegidos en un colorido desfile, resaltando su elegancia y presencia. Finalmente fue «Shah Rukh Khan», adornado con una suntuosa diadema de flores, quien ganó el premio, seduciendo tanto con su gracia como con su comportamiento ejemplar hacia los humanos.
Más allá de la simple competición, el Festival del Burro de Beni Ammar Zerhoun encarna un profundo respeto por estos animales esenciales para la vida cotidiana del pueblo. De hecho, en este entorno montañoso, los burros son los compañeros privilegiados de los habitantes, asegurando el transporte de mercancías y facilitando los desplazamientos en zonas de difícil acceso. Una relación estrecha y simbiótica une así al hombre y al burro, haciendo de este último un verdadero pilar de la economía local.
Además de las fiestas tradicionales, el pueblo aprovechó este encuentro para promover el bienestar animal. La Sociedad para la Protección de los Animales y de la Naturaleza puso en marcha una campaña de sensibilización y cuidados que permitió comprobar la salud y el bienestar de los burros participantes. Una iniciativa loable que demuestra el compromiso de la comunidad con el respeto a sus compañeros de trabajo.
Al final de este evento lleno de emociones, una carrera de un kilómetro enfrentó a doce parejas de jinetes en burro, para gran placer de los espectadores. Al final de una feroz competencia, fue Said Hayani, un joven aldeano de 19 años, quien ganó, haciendo brillar los ojos orgullosos de su comunidad.
Así, el Festival del Burro de Beni Ammar Zerhoun se ha consolidado como una cita ineludible, que combina tradición, cultura y compromiso con el bienestar animal. Una celebración única en su género, donde el burro, símbolo de modestia y utilidad, encuentra su lugar privilegiado en el corazón de la vida del pueblo, en una oleada de respeto y admiración.