Como parte de una iniciativa de búsqueda de recursos y realización espiritual, la Universidad Católica del Congo organizó recientemente un retiro dedicado a estudiantes, profesores y asistentes científicos. Este auténtico encuentro tuvo lugar en el campus de Limete y ofreció una valiosa oportunidad para que la comunidad universitaria profundice su reflexión sobre temas espirituales esenciales.
Bajo el liderazgo de la capellanía universitaria, los participantes pudieron beneficiarse de enriquecedoras enseñanzas impartidas por prestigiosas personalidades eclesiásticas. El abad Jean-Collins MPANGALA, sacerdote e investigador distinguido en teología y salud pública, compartió su experiencia sobre el fascinante tema de las enfermedades, la posesión y el exorcismo en el contexto de la enseñanza de la Iglesia. Al mismo tiempo, el reverendo abad Paul Nzinga, decano de la facultad de comunicación social, guió al profesorado por el camino de la esperanza a través de una reflexión profunda sobre la resurrección de Cristo.
Este día de retiro concluyó solemnemente con una ferviente misa, presidida por el profesor abad Paul Nzinga. En su inspiradora homilía, el oficiante destacó la importancia del trabajo sinodal y el compromiso de todos, estudiantes, profesores y asistentes, en la construcción común de la Iglesia, la Sociedad y la Universidad. Un llamado a la cohesión y la solidaridad, poniendo de relieve el papel esencial que todos podemos desempeñar en la comunidad académica.
La merienda fraterna que siguió a la celebración eucarística permitió a los participantes compartir momentos de convivencia y de compartir, fortaleciendo así los vínculos que ya unen a esta comunidad universitaria. Este encuentro espiritual fue sin duda un momento fuerte en emociones y enseñanzas, ofreciendo a todos la oportunidad de recargar pilas, reflexionar y crecer espiritualmente.
En estos tiempos en los que las presiones y los desafíos de la vida estudiantil a veces pueden parecer abrumadores, este retiro espiritual en la Universidad Católica del Congo sin duda trajo paz, reflexión e inspiración a los corazones y las mentes de quienes participaron. Un precioso recordatorio de la importancia de cultivar la propia dimensión espiritual en un ambiente académico a menudo marcado por la emoción y el ajetreo de la vida cotidiana.
Esta experiencia espiritual compartida quedará grabada en la memoria y, sin duda, nutrirá la vida académica y espiritual de cada uno de los participantes, inspirando futuras iniciativas y momentos de reflexión conducentes al desarrollo personal y colectivo. Porque más allá de la enseñanza académica, es en la búsqueda de sentido y espiritualidad donde se encuentran las verdaderas claves del conocimiento y del autoconocimiento.