El brote de conjuntivitis viral que se produjo en la prisión de Kakwangura, en Butembo, se ha convertido en una gran preocupación para las autoridades sanitarias y las organizaciones de la sociedad civil. La Red de Derechos Humanos (REDHO) advirtió de la gravedad de la situación, señalando la rápida propagación de la enfermedad entre los presos, poniendo en peligro no sólo a la población penitenciaria, sino potencialmente a toda la población penitenciaria de Butembo.
Durante la semana pasada, el número de casos de conjuntivitis viral se disparó, con al menos 250 reclusos afectados. Esta enfermedad, conocida localmente como «Appollo», causa estragos debido a las precarias condiciones higiénicas y al extremo hacinamiento en la prisión. Con más de 1.200 residentes actualmente alojados en instalaciones destinadas a un tercio de esa capacidad, la prisión enfrenta un desafío enorme para contener la propagación del brote.
El aislamiento de los prisioneros afectados está resultando problemático y los temores de REDHO sobre un contagio a gran escala son legítimos. El ritmo al que se está propagando la conjuntivitis dentro de la prisión es alarmante y es imperativo que se adopten urgentemente medidas preventivas y curativas para detener la enfermedad. Las autoridades político-administrativas y sanitarias locales deben actuar rápidamente para contener la situación y evitar una propagación descontrolada.
El jefe de la zona sanitaria de Butembo asegura que se están tomando medidas de respuesta, pero es crucial que estas acciones se refuercen para garantizar una atención adecuada a los detenidos afectados y prevenir nuevos casos. La conjuntivitis viral en la prisión de Kakwangura ilustra una vez más los grandes desafíos que enfrentan los centros penitenciarios en la República Democrática del Congo, destacando la necesidad de reformas estructurales destinadas a mejorar las condiciones de detención y garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los presos.