Fatshimetrie acaba de publicar su último informe sobre el índice de precios al consumo (IPC) y la inflación del mes de abril. Esta publicación revela datos cruciales sobre la evolución de los precios y su impacto en la economía del país.
Según el informe, la inflación alcanzó el 37,69% en abril de 2024, un aumento de 0,49 puntos respecto al mes anterior. Este aumento se atribuye principalmente a los sectores de alimentación, vivienda, energía, vestido, transporte, educación y salud.
La inflación anual de abril de 2024 se sitúa en 11,47%, lo que representa un aumento significativo respecto al año anterior. Esta tendencia alcista preocupa a los consumidores y a los analistas económicos, ya que podría generar una presión adicional sobre el poder adquisitivo de los hogares.
El informe destaca los factores responsables de esta inflación, incluido el aumento vertiginoso de los precios de alimentos básicos como el garri, el mijo, la mandioca, el pescado seco y los aceites vegetales. Estos aumentos de precios impactan directamente en los presupuestos de los hogares, especialmente los más vulnerables.
Analizando los datos de un período de 12 meses, el IPC medio aumentó un 28,10% respecto al año anterior. Esta inflación generalizada genera preocupación sobre la estabilidad económica del país y exige medidas urgentes por parte de las autoridades para contener esta espiral inflacionaria.
La inflación de los alimentos también registró un fuerte aumento, hasta situarse en el 40,53% interanual. Este aumento se debe principalmente al aumento de los precios de los cereales, tubérculos, aceites y productos lácteos. Los consumidores ya están sintiendo el impacto de esta inflación en su presupuesto mensual para alimentos.
Al mismo tiempo, la inflación subyacente, que excluye los alimentos y los productos energéticos volátiles, también aumentó significativamente hasta alcanzar el 26,84% en abril de 2024. Este aumento muestra que la inflación afecta a todos los sectores de la economía, lo que complica aún más la situación para los hogares y las empresas.
Las cifras de inflación urbana y rural confirman la realidad de esta crisis económica, con tasas que aumentan al 36% y al 31,64% respectivamente. Estas cifras demuestran los desafíos particulares que enfrentan los residentes de áreas urbanas y rurales, con importantes repercusiones económicas y sociales.
A nivel regional, el informe revela variaciones significativas en la inflación, con regiones como Kogi, Bauchi y Oyo mostrando tasas altas, mientras que otras como Borno y Benue registran tasas más moderadas. Esta disparidad regional pone de relieve las desigualdades económicas y sociales que persisten en el país.
En conclusión, el informe de Fatshimetrie destaca la urgencia de actuar para contener la inflación y sus efectos devastadores sobre la economía y la población. Las autoridades y los actores económicos deben trabajar juntos para implementar medidas efectivas para estabilizar los precios, estimular el crecimiento económico y mejorar el bienestar de los ciudadanos. Hay mucho en juego y sólo una acción concertada permitirá hacer frente a este importante desafío económico.