El puesto de salud de Médicos Sin Fronteras (MSF), situado en el centro de desplazados de Shabindu-Kashaka, cerca de la ciudad de Goma, en Kivu del Norte, se enfrenta a una gran afluencia diaria de pacientes. Según el supervisor de este puesto de salud, el Dr. Serge Kouadio, MSF recibe una media de 100 pacientes al día, o entre 600 y 700 consultas por semana. Entre los pacientes atendidos, más del 40% son niños menores de 5 años.
Los desplazados que se refugian en el lugar de Shabindu-Kashaka proceden principalmente del territorio de Masisi y necesitan atención médica urgente. Las patologías más comunes entre estos desplazados son la desnutrición, las enfermedades de la piel y las enfermedades respiratorias.
Para hacer frente a esta situación, MSF está creando un circuito de atención separado para pacientes desnutridos y aquellos en seguimiento. Los recién llegados son remitidos a un asesor para que les recete medicamentos y complementos alimenticios como plumpy-nut. También reciben una cita para un seguimiento adicional. En caso de casos graves, los pacientes son remitidos a los principales hospitales de Goma, como el Hospital General de Referencia de Kyeshero.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de MSF, la organización teme verse abrumada por las crecientes necesidades de salud de los desplazados. Debido a las precarias condiciones de vida en el lugar, incluso aquellos que reciben tratamiento pueden volver a enfermarse. Por ello, MSF pide una mayor movilización a favor de estas personas desplazadas para mejorar sus condiciones de vida y garantizar un acceso adecuado a la atención médica.
Es fundamental apoyar las acciones de Médicos Sin Fronteras y otras organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno para ayudar a los desplazados. La situación en Kivu del Norte es preocupante y requiere atención internacional para aliviar el sufrimiento de las poblaciones afectadas por el conflicto.