Las alarmantes cifras de muertes maternas registradas en la provincia de Kwilu revelan un problema preocupante que no se puede ignorar. Durante el presente año se reportaron nada menos que 45 casos en las diferentes zonas sanitarias de la región. Esta triste realidad resalta la necesidad de un manejo eficaz de las complicaciones obstétricas por parte de los proveedores de atención médica.
En este difícil contexto se llevó a cabo un taller de capacitación sobre atención obstétrica y neonatal, organizado por la división de salud provincial de Kwilu en Bandundu. El principal objetivo de este taller fue fortalecer las capacidades de los profesionales de la salud para prevenir estas muertes evitables y mejorar la calidad de la atención brindada a las mujeres embarazadas.
Según Dubois Tampwo, supervisor del Programa Nacional de Salud Reproductiva y responsable de la maternidad de menor riesgo, es imperativo elevar el nivel de competencia de los proveedores de atención sanitaria. “Es crucial evaluar su desempeño y apoyarlos en el terreno para garantizar una atención de calidad”, enfatiza. También destaca la importancia de una mayor concienciación y una mejor transmisión de conocimientos para evitar estas tragedias.
De hecho, las estadísticas del año anterior son igualmente alarmantes: se registraron un total de 110 muertes maternas y más de 300 muertes infantiles. Estas cifras demuestran la urgencia de tomar medidas para mejorar la salud materna e infantil en la región de Kwilu.
Organizar talleres de capacitación como este es un primer paso crucial para abordar las muertes maternas e infantiles evitables. Es fundamental invertir en la educación continua de los profesionales de la salud e implementar políticas de salud pública efectivas para garantizar una atención de calidad para todas las madres y sus hijos.
En conclusión, la lucha contra las muertes maternas e infantiles debe ser una prioridad absoluta para las autoridades sanitarias de la provincia de Kwilu. Sólo una acción concertada e inmediata reducirá estas cifras alarmantes y garantizará un futuro más saludable para las mujeres y los niños de la región.