La situación en la provincia de Haut-Lomami, más concretamente en Malemba-Nkulu, suscita grandes preocupaciones sobre la seguridad de la población. Durante casi dos meses, las milicias Mai-Mai, dirigidas por el hijo del difunto señor de la guerra Makabe, han ejercido su control sobre la región, perturbando así el funcionamiento de las instituciones locales. El administrador territorial, Joël Kayembe, da la voz de alarma ante esta amenaza que se cierne sobre la paz de los habitantes.
Las acciones de los Mai-Mai, que operan principalmente en el sector de Badia, han sembrado el terror al levantar barreras y tomar el control de determinadas carreteras. Esta preocupante situación ha empujado a las autoridades locales a tomar medidas para contrarrestar esta rebelión y proteger a la población. Se han puesto en marcha operaciones de seguimiento para detener a los miembros de este grupo armado, que reclutan jóvenes con el objetivo de desestabilizar la región.
Las motivaciones de los Mai-Mai siguen sin estar claras, pero su modus operandi, caracterizado por actos de violencia y barbarie, atestigua la gravedad de la situación. Las autoridades deploran los abusos cometidos por estos milicianos, llegando incluso al asesinato y la mutilación de las víctimas. El descubrimiento del cuerpo sin vida de una mujer, en condiciones atroces, ilustra la crueldad de estos grupos armados que buscan sobre todo sembrar el terror entre la población civil.
Ante esta creciente amenaza, el administrador territorial llama a las autoridades nacionales y provinciales a tomar medidas urgentes y eficaces. Es imperativo restablecer la paz y la seguridad en esta región para proteger a los residentes y garantizar el buen funcionamiento de las instituciones locales. La lucha contra las milicias armadas y la rebelión debe ser una prioridad para preservar la estabilidad y la integridad del país.