Fatshimetrie: los prelados católicos condenan los intentos de derrocar las instituciones en la República Democrática del Congo
En el centro de la actualidad congoleña, la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO) se ha pronunciado firmemente contra los intentos de derrocar las instituciones del país. Esta entidad eclesiástica, que reúne a arzobispos y obispos, expresó su indignación por los ataques armados que sacudieron recientemente la República Democrática del Congo.
Durante una intervención radiofónica transmitida por Radio Okapi, Mons. Donatien Nshole, secretario general de CENCO, condenó con vehemencia estos actos que provocaron la pérdida de vidas inocentes, deplorando que estas atrocidades afecten a miembros de la población ajenos a la política de gestión del país. “No podemos tolerar que se violen de esta manera las instituciones de nuestra nación y que se sacrifiquen vidas humanas de manera imprudente”, subrayó.
Estos prelados católicos pidieron a las autoridades congoleñas que refuercen la cohesión nacional para contrarrestar las amenazas que pesan sobre la estabilidad del país. También expresaron su consternación por ciertas insinuaciones maliciosas que implican a CENCO en los recientes ataques ocurridos en Kinshasa. Un atajo apresurado y engañoso que pretende sembrar confusión y desacreditar la acción de esta institución religiosa en el país.
Las palabras de Mons. Nshole resuenan como un recordatorio de la responsabilidad de todos de preservar la paz y la unidad nacional en estos tiempos difíciles. CENCO continúa desempeñando un papel importante en la mediación y promoción del diálogo inclusivo para el bienestar de la población congoleña. Ante los desafíos que enfrenta la República Democrática del Congo, es esencial que todas las fuerzas de la nación cooperen para enfrentar las amenazas que se ciernen sobre su futuro.
Así, estos prelados católicos nos recuerdan que la voz de la razón y la sabiduría debe prevalecer en un país que busca estabilidad y prosperidad. Su mensaje es claro: la unidad y la solidaridad son los baluartes contra todas las formas de inestabilidad y violencia. Corresponde a cada uno, en su medida, contribuir a la construcción de un Congo fuerte y resiliente, donde reine la paz y la justicia para todos.