**Fatshimetrie: Cuando los rebeldes del CSP y los yihadistas Jnim unen fuerzas en Mali**
La situación en Malí continúa evolucionando de maneras sorprendentes, donde se forman y rompen alianzas, respondiendo a intereses a veces complejos y contradictorios. Recientemente, se transmitió un mensaje de voz de Alghabass Ag Intalla, alto líder del CSP en Mali, revelando conversaciones para establecer un pacto de no agresión con los Jnim Jihadistas vinculados a Al-Qaeda. Este sorprendente enfoque ha provocado diversas reacciones dentro de las diferentes facciones involucradas en este complejo conflicto.
En el centro de esta increíble noticia está Alghabass Ag Intalla, responsable de la reconciliación, la convivencia y las relaciones con las autoridades tradicionales dentro del CSP. Sus conversaciones con los Jnim tienen como objetivo obtener un acuerdo de no agresión que permita la libre circulación de los combatientes, el intercambio de información sobre los movimientos del enemigo común (el ejército maliense y Wagner) y la protección de las poblaciones. Se prevé una coordinación de acciones, sin ataques conjuntos, sino un alineamiento de fuerzas contra el enemigo común.
Sin embargo, esta iniciativa no es acogida del mismo modo por todos los actores presentes. Los combatientes del MNLA, históricamente opuestos a los grupos yihadistas, expresan su sorpresa y desgana ante este inusual acercamiento. Destacan la diversidad de ideologías y objetivos dentro de las diferentes facciones involucradas, al tiempo que admiten la necesidad de un pacto de no agresión para debilitar al ejército maliense.
A pesar de estas reacciones divergentes, parece que el objetivo común de los rebeldes del CSP y los jnim yihadistas sigue siendo la desestabilización del ejército maliense y sus aliados. Esta alianza frontal, basada en intereses tácticos temporales, plantea interrogantes sobre la naturaleza cambiante de las alianzas en este conflicto complejo y en constante evolución.
En última instancia, esta nueva alianza entre los enemigos de ayer plantea interrogantes sobre las verdaderas motivaciones de los diferentes actores involucrados en Mali. Mientras los rebeldes del CSP y los yihadistas Jnim unen fuerzas para enfrentar a un enemigo común, la fragilidad de esta alianza y las diferencias ideológicas subyacentes bien podrían poner en peligro cualquier intento de cooperación a largo plazo. Por lo tanto, Malí sigue siendo un teatro complejo donde las alianzas se hacen y deshacen según los intereses políticos y estratégicos de cada uno, lo que deja incertidumbre sobre el futuro de la región.
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