**Escuelas afectadas por las inundaciones en la provincia de Tanganica: una situación alarmante**
En la provincia educativa de Tanganyika, se desarrolla ante nuestros ojos un drama educativo que afecta a más de 35.000 estudiantes y 87 escuelas tras las inundaciones y otras malas condiciones meteorológicas. El director provincial de la EPST Tanganyika 1, Nicolas Prince Baeleay, hace sonar la alarma ante esta catástrofe sin precedentes que ha trastocado la vida cotidiana de miles de niños deseosos de aprender.
Las consecuencias de estas inundaciones, atribuidas principalmente a la crecida del lago Tanganica, fueron devastadoras para el calendario escolar y el buen desarrollo de las clases. Nicolas Prince Baeleay insiste en la urgencia de encontrar soluciones para salvar este año escolar ya comprometido y que está llegando a su fin. El traslado temporal de estudiantes afectados a otros establecimientos se puso en marcha como último recurso para garantizar la continuidad educativa, a pesar de las dificultades encontradas.
Así, los estudiantes fueron reasignados a lugares temporales como el Instituto Maïto, Kifungo o incluso la Universidad Piloto de Kalemie. Observamos con tristeza que, debido a la falta de aulas adecuadas, algunas lecciones ahora se imparten en una iglesia de la región, entre otros lugares temporales de formación. Ante esta crisis, la conservación del material didáctico y del material escolar es un verdadero desafío logístico, agravado por la pérdida de numerosos bienes tragados por el agua.
Nicolas Prince Baeleay aboga por una intervención de emergencia destinada a la construcción de nuevas infraestructuras escolares que satisfagan las necesidades de los estudiantes afectados. La provincia educativa Tanganyika 1, que incluye la ciudad y el territorio de Kalemie, así como los territorios de Moba y Nyunzu, se enfrenta a una crisis educativa sin precedentes, que pone de relieve las fragilidades del sistema educativo frente a los caprichos de la naturaleza.
Es más imperativo que nunca que las autoridades públicas y la comunidad internacional unan fuerzas para apoyar la rápida reconstrucción de las escuelas afectadas por las inundaciones. Porque, más allá de los daños materiales, lo que está en juego es el futuro de miles de niños. Sólo la movilización colectiva y una acción rápida permitirán devolver la esperanza a estos estudiantes afectados, ofreciéndoles así la posibilidad de continuar sus estudios de forma digna y segura. condiciones seguras.