La Fatshimetría revela una evolución significativa en el interés por la literatura en Sudáfrica. A pesar de las predicciones pesimistas de que los sudafricanos no leen, los entusiastas del libro locales parecen decididos a demostrar lo contrario.
La locura por los libros se puso de relieve en el reciente Festival Literario de Franschhoek, el más grande del país, y en la próxima Feria del Libro de Kingsmead en Johannesburgo. Estos eventos, entre otros festivales del libro establecidos y emergentes en Sudáfrica, están experimentando un crecimiento impresionante.
Aunque las ventas de libros han ido disminuyendo desde 2013, alcanzando los 16.500 millones de rands en 2022, sólo ligeramente por debajo de las ventas anteriores a la pandemia, existe cierta estabilidad. Según un informe reciente sobre el comercio minorista y mayorista de libros y artículos de papelería en Sudáfrica en 2023, se espera que los ingresos por libros se estabilicen hasta 2026 y luego disminuyan ligeramente en 2027.
Sin embargo, los sudafricanos muestran un verdadero interés por la cultura del libro, como señaló la directora del Festival Literario de Franschhoek, Jennifer Ball: «A los sudafricanos les importan los libros».
Esta conciencia se reflejó en la venta de entradas en el festival del fin de semana pasado y se espera que la tendencia continúe en la próxima Feria del Libro de Kingsmead.
El variado programa del festival incluirá la participación de más de 150 autores en aproximadamente 80 sesiones a lo largo del día, incluyendo programas para adultos, jóvenes y niños. Asistirán personas como Caster Semenya, Jonathan Ancer, Naledi Shange, Jo Watson, Shafinaaz Hassim, Pip Williams, Femi Kayode, Natalie Conyer, Barbara Boswell, Ivan Vladislavic y muchos más.
Bajo el tema «Leer para: imaginar, soñar, explorar y revelar», el director del festival, Alex Bouche, se entusiasma por la riqueza y diversidad de los temas y sesiones que se ofrecen este año. Espera que el programa brinde a los visitantes la oportunidad de explorar nuevos autores y géneros literarios, o profundizar en temas que les resultan más familiares.
El informe sobre libros menciona la presencia de entre 150 y 200 editoriales, alrededor de 1.600 librerías, 500 librerías de segunda mano, 750 mayoristas de artículos de papelería y 1.547 minoristas de artículos de papelería en el país. Estas cifras demuestran un panorama dinámico de la literatura sudafricana.
Puede parecer que asistir a festivales del libro como la Feria del Libro de Kingsmead tiene un impacto limitado en las ventas de libros a gran escala, pero estos eventos, particularmente aquellos centrados en lectores jóvenes, ayudan a promover una cultura de lectura entre las generaciones futuras..
En definitiva, Fatshimetrie nos ofrece una mirada positiva al compromiso de los sudafricanos con la literatura, destacando que a pesar de los desafíos, la pasión por los libros sigue siendo fuerte en este país de las mil historias.