Fatshimetrie: Cuestiones medioambientales en África
En el centro de los debates de la reciente conferencia de prensa celebrada en Nairobi como parte de las reuniones anuales de 2024 del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), Akinwumi Adesina compartió una realidad cuyo impacto está adquiriendo una escala alarmante. De hecho, si bien África contribuye mínimamente a las emisiones globales, soporta una carga desproporcionada de desastres relacionados con la degradación ambiental. Con sólo entre el 3% y el 4% de las emisiones globales en su haber, el continente africano es, sin embargo, el que sufre más duramente las consecuencias de los trastornos medioambientales.
Una situación que corre el riesgo de empeorar si no se toman medidas inmediatas, advierte Adesina. Para 2030, las pérdidas anuales de África a causa del cambio climático podrían alcanzar la asombrosa cifra de 40 mil millones de dólares. “África pierde entre siete y quince mil millones de dólares al año debido al cambio climático. Si nada cambia, esta suma podría aumentar a alrededor de 40 mil millones de dólares anuales para 2030”.
Esto significa que el continente está viendo evaporarse una parte importante de su potencial por algo que él no provocó, porque África sólo representa entre el tres y el cuatro por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, ahora está sufriendo desproporcionadamente las consecuencias negativas, aumentando así la presión sobre economías ya vulnerables.
Los acontecimientos se suceden para ilustrar la lucha que África libra contra los elementos. “Desde la peor sequía de Malawi hasta la declaración del estado de emergencia en Zimbabwe debido a una grave sequía y las devastadoras inundaciones en Mozambique, el continente está asediado por acontecimientos climáticos extremos. »
Adesina destaca la necesidad de acciones más allá del simple reconocimiento y pide apoyo financiero global para fortalecer la resiliencia de África y facilitar las medidas de adaptación. La lucha contra los trastornos medioambientales en África requiere una movilización a escala internacional, porque las consecuencias no son sólo económicas sino también humanas y sociales.
En este contexto crítico, se vuelve imperativo que los líderes mundiales unan fuerzas para implementar políticas y financiamiento adecuados para ayudar a los países africanos en su lucha por preservar el medio ambiente y construir una sociedad más resiliente al cambio climático. Ahora es el momento de una acción concertada y solidaria para garantizar un futuro sostenible para África y todo el planeta.