En el distrito Sayo del Beni se escucha un llamado urgente. Los vecinos de este barrio, situado en la comuna de Mulekera, exigen fervientemente un refuerzo adecuado del sistema de seguridad antes de regresar a sus hogares. Aunque hay fuerzas conjuntas de las FARDC y las UPDF, los residentes exigen una mayor presencia policial y la reapertura del centro de salud local. Esta solicitud expresa la necesidad imperiosa de garantizar un entorno seguro que propicie la reanudación de las actividades diarias.
En los últimos meses, el barrio de Sayo ha sido escenario de ataques de las ADF, lo que ha obligado a los residentes a huir de sus hogares. Ante esta alarmante situación, las autoridades locales, bajo el liderazgo de Dieudonné Ngongo Mayanga, alcalde de la comuna de Mulekera, desplegaron fuerzas de defensa y seguridad para garantizar la protección de los residentes. Por lo tanto, se han adoptado medidas para garantizar un regreso seguro y la reanudación de las actividades económicas necesarias para la supervivencia de los residentes.
Cabe destacar que el distrito de Sayo es un lugar donde la agricultura ocupa un lugar preponderante. Privar a los residentes de la oportunidad de realizar sus actividades tradicionales significaría comprometer sus medios de vida. Por eso las autoridades están trabajando para restablecer un clima de confianza, esencial para la revitalización del barrio y la recuperación económica.
Al comprometerse a proteger eficazmente el distrito de Sayo, las autoridades locales aspiran a promover un regreso gradual y seguro de los residentes, permitiéndoles así regresar a sus hogares y reanudar sus actividades agrícolas esenciales. Este enfoque tiene como objetivo garantizar un entorno estable y seguro, propicio para el desarrollo socioeconómico y la reconstrucción después de los dramáticos acontecimientos que sacudieron la región.
En conclusión, fortalecer el sistema de seguridad en el distrito de Sayo resulta crucial para restablecer la confianza de los residentes y promover una reanudación pacífica de las actividades diarias. Es imperativo que las autoridades sigan trabajando en esta dirección para garantizar una seguridad duradera y ofrecer a los residentes la oportunidad de reconstruir sus vidas en un entorno pacífico.