**Directores perfectos y sostenibles: la importancia crucial de una comunicación efectiva con sus equipos**
En los últimos años, el mundo entero ha visto una explosión en el número de trabajadores remotos. Si bien algunos empleados han regresado a la oficina a tiempo completo, muchos otros han adoptado modelos híbridos, alternando entre trabajar desde casa y desplazarse a la oficina. Si bien la tecnología ofrece herramientas innovadoras para trabajar de manera eficiente desde casa, persisten los inconvenientes.
Según un estudio reciente publicado por la Universidad Estatal de Colorado, trabajar de forma remota conlleva el riesgo de aislamiento. Muchos empleados se sienten menos comprometidos y agotados en el trabajo, lo que podría provocar agotamiento. El estudio demostró que estas consecuencias negativas podrían anticiparse y prevenirse si los gerentes practican habilidades sociales: la capacidad de comunicarse con los empleados, abordar problemas potenciales y construir mejores relaciones ofreciendo apoyo y horarios de trabajo flexibles.
Las habilidades blandas son habilidades interpersonales que incluyen la comunicación efectiva, la capacidad de colaborar, adaptarse y resolver problemas. Se trata de entablar relaciones con diferentes personalidades, así como de resolver conflictos en diversos escenarios. Se trata de hablar, pero sobre todo de escuchar a los demás.
La Dra. Jane Usher, directora de la Escuela de Negocios de Milpark Education, destaca la importancia de que los líderes empresariales se mantengan en contacto con sus equipos, no solo para ver dónde se encuentran al completar un proyecto, sino también para comprender cómo se sienten, qué es problemático y por qué.
Ser capaz de hablar con las personas de manera alentadora sin ser condescendiente, pero animándolas a expresarse con honestidad, no es fácil. Implica confianza y vulnerabilidad, razón por la cual los programas de MBA ahora se centran en las habilidades de comunicación, el autocontrol y elementos de autoconciencia en el plan de estudios académico. Las escuelas de negocios reconocen que el mundo necesita líderes empresariales que entiendan no sólo la planificación empresarial y el pensamiento estratégico, sino también cómo inspirar y motivar a las personas y formar equipos capaces de colaborar, superar conflictos de personalidad y cooperar productivamente.
En 2023, la Encuesta anual de reclutadores corporativos del Graduate Management Admission Council preguntó a más de 900 reclutadores corporativos de todo el mundo qué habilidades son más importantes para los graduados de escuelas de negocios. En total, el 61% citó las habilidades interpersonales..
Un artículo de Harvard Business Review explica: «Hoy en día, cuando las empresas buscan líderes, especialmente nuevos directores ejecutivos, dan menos importancia que en el pasado a estas habilidades (comerciales tradicionales) y valoran una calificación por encima de todas las demás: fuertes habilidades sociales».
Este artículo examina cómo han evolucionado los lugares de trabajo durante las últimas dos décadas, exigiendo que los líderes empresariales no sólo realicen tareas operativas rutinarias, sino también que interactúen a un nivel superior. Y continúa diciendo: «Las habilidades sociales son particularmente importantes en entornos donde la productividad depende de una comunicación efectiva, como ocurre invariablemente en las empresas grandes, complejas y con un uso intensivo de habilidades».
En Milpark Education, a menudo nos encontramos con profesionales que se inscriben en un MBA con el objetivo específico de aprender las habilidades interpersonales necesarias para su nuevo rol como CEO o COO. En el nivel de alta dirección, descubren que están menos involucrados en la toma de decisiones técnicas y se les pide más que gestionen con sensibilidad las relaciones con socios, proveedores, equipos multiculturales y otras partes interesadas.
Creemos que el viaje profesional al completar un programa MBA es también una transformación personal, durante la cual los estudiantes se desafían a sí mismos y aprenden a maximizar su propio potencial, mientras reconocen y abordan sus debilidades. Se trata de hacer que las personas comprendan, en un nivel profundo, psicológico y espiritual, que si bien la ambición y el trabajo duro los han impulsado a la cima, para triunfar allí necesitarán otras habilidades.
Como dice el experto en liderazgo empresarial Simon Sinek: «El liderazgo es un deporte de equipo. Creo que la cooperación es lo más importante y nada de esto se puede hacer solo».