Tras verse implicado en un ataque fallido al palacio presidencial en la República Democrática del Congo, la situación de Tyler Thompson, un estadounidense de 21 años, sigue siendo incierta. Acompañado por su ex compañero de fútbol de la escuela secundaria, Marcel Malanga, Tyler se había embarcado en un viaje a África, inicialmente planeado como unas vacaciones financiadas enteramente por el padre de Marcel, Christian Malanga.
Los acontecimientos dieron un giro dramático cuando Christian Malanga, proclamándose presidente de un gobierno en la sombra en el exilio, fue asesinado en un tiroteo el 19 de mayo, después de liderar un audaz ataque contra el palacio presidencial en Kinshasa. Las autoridades congoleñas aún no han aclarado si Tyler estaba entre los arrestados o murió durante estos hechos. Sin embargo, un vídeo que circula en las redes sociales muestra a Tyler rodeado de soldados congoleños, visiblemente ansioso y herido.
La familia de Tyler, que vive en los suburbios de Salt Lake City, teme por su vida a medida que pasan semanas sin pruebas de vida. Sus padres temen que haya muerto a causa de una enfermedad, sobre todo porque contrajo malaria durante su viaje a África, o que sufra daños cerebrales tras la violencia que sufrió. A la espera de la acción de las autoridades estadounidenses, la familia de Tyler está tratando de encontrar un abogado creíble en la República Democrática del Congo para defender su caso.
A pesar de los llamados de ayuda de los seres queridos de Tyler y las gestiones ante los funcionarios electos de Utah, incluidos el gobernador y los senadores, la familia enfrenta obstáculos en su búsqueda de justicia para Tyler. Los expertos en asuntos exteriores señalan los desafíos que supone intervenir el Departamento de Estado de Estados Unidos en asuntos tan graves, lo que hace incierta la posibilidad del pronto regreso de Tyler a Estados Unidos.
En este punto, las posibilidades de liberación inmediata de Tyler, Marcel y el tercer estadounidense detenido, Benjamin Reuben Zalman-Polun, parecen escasas. Las autoridades estadounidenses, encabezadas por el secretario de Estado Antony Blinken, condenaron el ataque y ofrecieron asistencia a la República Democrática del Congo en su investigación.
La familia de Tyler insiste en que no tenía conocimiento de las intenciones de Christian Malanga ni de ningún plan de activismo político. Su esperanza es que Tyler pueda ser juzgado individualmente, separado de Marcel y otros involucrados en este caso. Mientras tanto, los padres de Tyler y Marcel siguen esperando ansiosamente noticias sobre el destino de sus hijos.
En este difícil período, sólo la certeza sobre el estado de salud y seguridad de Tyler podrá aliviar las preocupaciones de su familia, dividida entre la esperanza de volver a verlo algún día y la incierta realidad de su detención en la República Democrática del Congo.