Fatshimetrie llevó a cabo una investigación en profundidad sobre la crítica situación de miles de personas desplazadas en Kirumba, situada en Kivu del Norte. Estas mujeres, niños y ancianos huyeron del avance de los rebeldes del M23 hacia la vecina comuna rural de Kanyabayonga y hoy se encuentran en una situación trágica.
De hecho, estas personas desplazadas carecen de todo: refugio, alimentos, agua potable y acceso a atención médica básica. Recorrieron a pie unos treinta kilómetros desde Kanyaboyanga, después de haber huido ya en varias ocasiones de los territorios de Rutshuru y Masisi. La presidenta de estos desplazados, Régine Mukamba, describe una vida cotidiana insoportable: mujeres embarazadas durmiendo en el suelo, niños sin mantas, familias enteras expuestas a los elementos.
La organización humanitaria local, Solidarité sans Frontières, hace sonar la alarma y advierte de una inminente catástrofe humanitaria. Más de 50.000 hogares desplazados se encuentran actualmente en Kirumba, en condiciones de vida desastrosas. Sin una respuesta rápida y eficaz, la situación corre el riesgo de degenerar rápidamente.
Lamentablemente, varias organizaciones humanitarias han tenido que abandonar la zona en los últimos días, dejando sin asistencia a estas poblaciones vulnerables. Su ausencia agrava aún más la actual crisis humanitaria.
Ante esta situación de emergencia, es crucial que se tomen medidas rápidamente para garantizar la seguridad, el bienestar y la dignidad de estas personas desplazadas. Es necesario movilizar recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas y evitar una catástrofe humanitaria importante en Kirumba.
Es necesario escuchar el eco del sufrimiento de estos desplazados y tomar medidas concretas para ayudarlos. Es imperativo que la comunidad internacional se movilice para brindar apoyo humanitario de emergencia y abordar esta crisis humanitaria que empeora cada vez más.