Fatshimetrie rinde homenaje a la memoria de los defensores congoleños de los derechos humanos Floribert Chebeya y Fidèle Bazana, asesinados hace 14 años. El 1 de junio de 2024 marca una fecha importante, una oportunidad para recordar a estos héroes de la lucha por la justicia y la libertad en la República Democrática del Congo.
La ceremonia organizada en el nuevo mausoleo de la comuna de Nsele permitió acoger los restos de estos dos activistas de la organización Voz de los Sin Voz. También fue un momento lleno de emociones cuando la viuda y los hijos de Floribert Chebeya, que vive en el exilio, estuvieron presentes por primera vez en Kinshasa.
Un hombre que llevaba una camiseta con los retratos de Floribert Chebeya y Fidèle Bazana, fotografía de abril de 2013, esperaba el juicio de uno de los principales acusados en este caso.
Aunque el mausoleo cuenta ahora con dos ataúdes, queda un espacio vacío para el de Fidèle Bazana, cuyo cuerpo nunca ha sido encontrado en 14 años. Por ello, las partes civiles y sus abogados exigen un análisis del terreno en el que se encontraba el terreno del general Zelwa Katanga, ex jefe de la policía militar, creyendo que podría contener elementos sobre la desaparición del cadáver, basándose en diversos testimonios recogidos durante la anterior juicio de 2021.
A pesar de que este primer juicio se centró principalmente en los perpetradores, la justicia no pudo responder a todas las preguntas. Por ello, las familias presentes en Kinshasa este sábado exigen un nuevo juicio. La viuda y los hijos de Floribert Chebeya exigen que se juzgue a los altos oficiales militares implicados en estos asesinatos, en particular al general Zelwa Katanga y al general John Numbi. En el momento de los hechos, este último era jefe de la policía congoleña y se encuentra prófugo desde hace varios años.
La búsqueda de justicia y verdad continúa, con la esperanza de que se arroje luz sobre estas atrocidades y los responsables rindan cuentas. Fatshimetrie se suma al homenaje rendido a Floribert Chebeya y Fidèle Bazana, símbolos de valentía y compromiso por un Congo mejor, más justo y más respetuoso de los derechos humanos.