En la escuela integral Kwa-Dukathole en Katlehong, la realidad de las aulas en ruinas ilustra lamentablemente la triste realidad de la educación en Sudáfrica. La falta de mobiliario obliga a los estudiantes a compartir sillas o incluso estar de pie durante las clases. Esta reveladora imagen resalta los desafíos que enfrenta el sistema educativo del país.
El presidente Cyril Ramaphosa no puede firmar el proyecto de ley de enmienda de educación básica (Bela) antes de que la nueva administración asuma sus funciones en la Asamblea Nacional. Este texto, redactado por primera vez en 2017, tiene como objetivo proporcionar las actualizaciones más significativas de la legislación educativa en los últimos diez años. Su objetivo es modificar la Ley de Escuelas de Sudáfrica de 1996 y la Ley de Empleo de Docentes de 1998 para adecuarlas a la evolución del panorama educativo actual.
Un aspecto clave del proyecto de ley Bela es hacer obligatorio el año de jardín de infantes (grado R) y prever sanciones por no matricular a los niños por parte de sus padres. Además, propone medidas para evitar interrupciones innecesarias de clases por protestas u otros factores, previendo la criminalización de estas acciones. También se prevén sanciones para los padres que deliberadamente mantengan a sus hijos fuera de la escuela durante períodos prolongados.
El proyecto de ley también aborda la cuestión de la educación en el hogar, exigiendo que los padres registren a sus hijos en el Departamento de Educación y especifiquen el plan de estudios utilizado. Proporciona evaluaciones independientes para monitorear el progreso de los niños. Además, amplía la definición de castigo corporal para incluir “cualquier acto destinado a humillar, amenazar, inducir miedo o ridiculizar la dignidad y la persona de un estudiante”.
En cuanto a las admisiones escolares y las políticas lingüísticas, el proyecto de ley pretende transferir el poder de toma de decisiones del comité de gestión de la escuela al director del departamento. Esta modificación se debe a prácticas discriminatorias observadas en ciertas escuelas.
Sin embargo, el proyecto de ley ha encontrado oposición, en particular del Partido Demócrata, que cree que el texto no puede «corregir el sistema educativo» «centralizando el poder en manos de burócratas no electos».
Las modificaciones propuestas por el Consejo Nacional de Provincias fueron rechazadas por organizaciones de la sociedad civil como Equal Education y Sección27. Estas enmiendas habrían debilitado cláusulas importantes que garantizaban una supervisión proactiva por parte de los jefes de los departamentos de educación provinciales.
Es crucial que la Asamblea Nacional tenga en cuenta estas cuestiones y garantice un sistema educativo justo, transparente y eficaz para el futuro de la educación en Sudáfrica.. La revisión de la legislación educativa es un paso esencial para garantizar que todos los niños del país tengan acceso a una educación de calidad, en línea con los estándares internacionales y los derechos fundamentales de los estudiantes. El diálogo y la consulta entre los diferentes actores de la educación, incluidos padres, docentes, estudiantes y líderes políticos, son esenciales para construir un sistema educativo inclusivo y eficiente.