En el actual panorama político nigeriano, los rumores sobre deserciones y fusiones de partidos alimentan las conversaciones y la especulación. Recientemente, el ex gobernador de Sokoto, Alhaji Attahiru Bafarawa, habló sobre el tema en una entrevista con el diario “Fatshimetrie”. Su pensamiento se centró en la democracia en Nigeria, la situación económica del país y las próximas elecciones generales.
Uno de los rumores más recientes se refiere a la posible deserción de Peter Obi, ex gobernador del estado de Anambra y miembro del Partido Laborista, al Partido Democrático Popular (PDP). Este rumor fue alimentado por las reuniones de Peter Obi con figuras influyentes del PPD como Atiku Abubakar, Bukola Saraki y Sule Lamido. Sin embargo, el principal interesado negó estas acusaciones y afirmó su afiliación al Partido Laborista.
En el contexto político actual, algunos actores de la oposición buscan unir fuerzas para formar un frente común contra el gobernante Congreso de Todos los Progresistas (APC) en las elecciones de 2027. Sin embargo, Bafarawa cree que la simple fusión de partidos no resolverá los problemas del país, porque. son los propios políticos los responsables de los males de la democracia nigeriana.
Según él, es fundamental presentar candidatos creíbles y honestos, independientemente de su afiliación partidista. Subraya que la cuestión de quién debería representar al PPD en las elecciones presidenciales entre Obi y Atiku, en caso de que este último regresara al partido, debe ser decidida por los ciudadanos nigerianos.
Bafarawa destaca así la importancia de la responsabilidad política y la integridad de los líderes, más allá de las divisiones partidistas. Insiste en la necesidad de desempolvar el panorama político proponiendo líderes capaces de servir al interés general y promover el bienestar de la sociedad en su conjunto.
En última instancia, la reflexión de Bafarawa plantea preguntas críticas sobre el futuro de la democracia en Nigeria y cómo los actores políticos pueden contribuir a su mejora. En lugar de centrarse únicamente en juegos partidistas, exige un compromiso real con la integridad, la transparencia y la gobernanza democrática.