China se enfrenta esta semana a una ola de calor sin precedentes que azota grandes zonas del norte del país, y se pronostican temperaturas récord en algunas zonas, según las autoridades meteorológicas chinas. La ola de calor, que comenzó el sábado, ya ha activado alertas meteorológicas del gobierno y sigue a la primavera más calurosa registrada en el país.
El observatorio nacional emitió el lunes una alerta naranja por altas temperaturas, la segunda advertencia más severa, mientras un calor sofocante envolvía el norte del país. En la provincia costera de Shandong, siete estaciones meteorológicas nacionales registraron el domingo las temperaturas más altas para principios de junio, mientras que las temperaturas en la provincia norteña de Hebei y la región occidental de Xinjiang superaron los 40 grados centígrados, según el Centro Meteorológico Nacional (CMN). ).
Según el NMC, se espera que la ola de calor se extienda aún más en los próximos días. Las autoridades locales también han emitido advertencias. Tomemos el ejemplo de Beijing, que el sábado levantó su primera alerta amarilla por las altas temperaturas del verano, aconsejando a los residentes evitar salir durante las horas más calurosas del día.
La alerta se produjo cuando decenas de miles de graduados de secundaria en la capital china completaron su examen nacional de ingreso a la universidad, una prueba altamente competitiva conocida como «gaokao». Una escuela en el distrito Chaoyang de Beijing entregó helado gratis a los padres que esperaban afuera de la escuela en el calor sofocante, informaron los medios estatales.
Se espera que las temperaturas en la mayor parte de China sean más altas de lo habitual este verano, y el número de días calurosos también será mayor de lo habitual, según Zheng Zhihai, pronosticador jefe del Centro Nacional del Clima. También señaló que estas temperaturas extremas estaban relacionadas con el fenómeno de El Niño, un patrón climático natural marcado por temperaturas oceánicas más cálidas de lo normal en el Pacífico ecuatorial.
China experimentó la primavera más cálida registrada este año, con una temperatura promedio nacional entre marzo y mayo que alcanzó los 12,3 grados Celsius, la más alta desde que comenzaron los registros en 1961. Por otra parte, partes del sur de China enfrentan semanas de fuertes lluvias.
En abril, unas lluvias récord provocaron inundaciones mortales en la provincia de Guangdong, y un brazo del río Perla experimentó el comienzo más temprano de su temporada anual de inundaciones desde que comenzaron los registros en 1998..
Estos fenómenos meteorológicos extremos en China reflejan las tendencias mundiales, y los científicos confirman que 2023 fue oficialmente el año más caluroso registrado, como resultado de los efectos combinados de El Niño y el cambio climático.