**El puente Luilu en Haut-Lomami: una prohibición que plantea interrogantes**
En el mes de junio, el administrador del territorio de Luilu, André Kazadi Manda, tomó una decisión importante: prohibir el paso de vehículos de gran tonelaje y de diez ruedas por el ya ruinoso puente de Luilu. Este anuncio, contenido en un comunicado de prensa oficial, surge tras la alarmante constatación del estado de avance de estas obras, así como del incumplimiento del tonelaje recomendado por los conductores de grandes camiones.
La autoridad local justifica su decisión por razones obvias de seguridad. De hecho, el puente Luilu ya no puede soportar el peso y la carga de los grandes vehículos que lo utilizan, poniendo en peligro la seguridad de los usuarios. Esta prohibición es, por tanto, una medida preventiva destinada a evitar un posible colapso del puente, similar a lo que ocurrió en el pasado con el puente de Lubi.
Sin embargo, esta decisión plantea dudas sobre la responsabilidad de las autoridades encargadas de monitorear y mantener la infraestructura vial. El administrador del territorio Luilu deplora el comportamiento de los agentes de la Comisión Nacional de Prevención de Carreteras, que no respetan las instrucciones dadas para la seguridad de los usuarios.
Ante esta situación, se propone un desvío hacia Luputa-Ngandajika hacia Mbuji Mayi para vehículos de gran tamaño, a la espera de la creación de un equipo competente que garantice la carga y descarga previa de los camiones antes de cruzar el puente de Luilu.
A la espera de soluciones sostenibles para reparar o reemplazar esta estructura crucial, solo los vehículos pequeños pueden usar el Puente Luilu. Esta situación pone de relieve la importancia del mantenimiento periódico de la infraestructura viaria, con el fin de garantizar la seguridad y fluidez del transporte para todos los usuarios.
En conclusión, el caso del puente Luilu en Haut-Lomami pone de relieve la necesidad de invertir en el mantenimiento y modernización de las infraestructuras viarias en la República Democrática del Congo, para garantizar la seguridad y el bienestar de la población. Se pide a las autoridades locales y nacionales que actúen rápidamente para evitar cualquier riesgo de accidentes y garantizar una red de transporte fiable y eficiente para todos.