En el corazón de la revolución educativa implementada por la administración del presidente Tinubu en Nigeria, las iniciativas desplegadas en el sector educativo están allanando el camino para una transformación profunda y necesaria.
Desde los primeros pasos de su mandato, Tinubu ha trabajado de manera discreta pero eficaz para insuflar nueva vida a un sistema educativo en busca de eficiencia y modernidad. Su visión innovadora hizo posible no sólo reformar el sector educativo, sino también responder a los persistentes desafíos que obstaculizaban el desarrollo y el florecimiento de las instituciones de educación superior.
Uno de los avances notables en esta política educativa es el establecimiento del Fondo de Préstamos para la Educación de Nigeria (NELF), un plan de préstamos estudiantiles sin intereses destinado a apoyar la formación de jóvenes en instituciones federales. En tan sólo unos días, se registraron más de 60.000 solicitudes, lo que demuestra el entusiasmo y la urgente necesidad de los estudiantes por un sistema de este tipo. Pero lo que hace aún más loable esta iniciativa es su capacidad de incluir también a estudiantes que quieran formarse en áreas basadas en la adquisición de habilidades prácticas, más allá de los cursos universitarios tradicionales.
Además, la administración de Tinubu ha trabajado para fortalecer la financiación de la educación superior a través de medidas concretas. El Fondo Fiduciario para la Educación Terciaria (TETFUND) ha realizado su mayor redistribución de fondos hasta la fecha, inyectando casi 643.400 millones de libras esterlinas en instituciones de educación superior. Una dotación que contribuye al desarrollo de la infraestructura, la investigación, así como la mejora general de los establecimientos, ofreciendo a profesores y estudiantes la oportunidad de participar en congresos nacionales e internacionales, escribir libros de texto y beneficiarse de honorarios por sus contribuciones en el campo de la educación.
Además, consciente de desafíos persistentes como la alta tasa de niños sin escolarizar, el gobierno de Tinubu ha adoptado políticas sistémicas destinadas a reducir este flagelo. Por ejemplo, el Programa Acelerado de Educación Secundaria Superior (ASSEP) lanzado por el vicepresidente Kashim Shettima en Bauchi demuestra el compromiso de modernizar la infraestructura escolar y promover una educación adaptada a las necesidades del siglo XXI.
Al mismo tiempo, el establecimiento de un Directorio Nacional de Educación y un Banco de Datos tiene como objetivo recopilar y centralizar información educativa desde 1932, proporcionando así una base sólida para una planificación sectorial eficaz. Estas iniciativas innovadoras representan avances importantes en el panorama educativo de Nigeria y demuestran el deseo y el compromiso de la administración de Tinubu de transformar fundamentalmente el sistema educativo para el bienestar y el futuro de las generaciones más jóvenes.