El gobierno haitiano ha dado un paso crucial al inaugurar oficialmente el nuevo Gabinete, bajo el liderazgo del Primer Ministro Garry Conille. Esta ceremonia marca un punto de inflexión en la reconstrucción del aparato gubernamental de un país presa de la violencia perpetrada por las pandillas.
En su discurso, el Primer Ministro Conille subrayó la urgente necesidad de reforzar la seguridad en un país desgarrado por enfrentamientos entre bandas. También habló de la crisis humanitaria que azota a Haití y agrava el sufrimiento de las poblaciones más vulnerables.
“Queridos compatriotas, Haití enfrenta grandes desafíos. La violencia y la inseguridad paralizan nuestra vida cotidiana. La crisis humanitaria está agravando el sufrimiento de nuestros ciudadanos más vulnerables”, declaró el Primer Ministro.
Es alarmante que las pandillas controlen al menos el 80% de la capital, Puerto Príncipe. Esta situación ha empujado a las autoridades haitianas a recurrir a la comunidad internacional en busca de refuerzos policiales procedentes de Kenia, cuyo despliegue se espera en las próximas semanas.
El Primer Ministro también rindió homenaje a los tres policías que cayeron bajo las balas de las bandas el domingo anterior, pidiendo a los presentes que guardaran un minuto de silencio en su memoria.
Las semanas anteriores estuvieron marcadas por ataques coordinados de pandillas, que obligaron al ex primer ministro Ariel Henry a dimitir en abril pasado, lo que llevó a la disolución de su gabinete. Los atacantes tomaron el control de las comisarías de policía, abrieron fuego contra el principal aeropuerto internacional, que permaneció cerrado durante casi tres meses, y asaltaron las dos prisiones más grandes del país.
En los primeros tres meses del año, más de 2.500 personas murieron o resultaron heridas y más de medio millón más fueron desplazadas. La población haitiana espera impaciente el despliegue de la policía de Kenia, apoyada por la ONU y cuya llegada es inminente.
Esta inauguración del nuevo Gabinete en Haití es un fuerte símbolo del deseo de reconstrucción y resiliencia de un país que enfrenta desafíos colosales. A pesar de las dificultades, las autoridades haitianas siguen decididas a trabajar por la seguridad y el bienestar de su población, haciendo un llamado a la solidaridad internacional para enfrentar los desafíos que se interponen en su camino.