El Festival Ojude Oba, que se celebró en Ijebu-Ode en 2024, una vez más cautivó a los participantes y espectadores con su riqueza cultural y su ambiente festivo. Este evento anual, con el tema “Ojude Oba: Unidad y Armonía, Nuestro Regalo”, llamó la atención y recibió un merecido reconocimiento.
La ministra de Cultura, Artes y Economía Creativa, Hannatu Musa-Musawa, destacó la importancia de este festival como plataforma para consolidar la unidad nacional y potenciar el potencial turístico del país. Destacó el mandato de su ministerio de generar más de 100 mil millones de dólares en ingresos a partir del turismo para 2030.
Bajo el lema de la Agenda de Esperanza Renovada del Presidente Bola Tinubu, el Ministro destacó el compromiso del gobierno de diversificar la economía y promover el rico patrimonio cultural de Nigeria. Expresó su disposición a colaborar con actores clave para alcanzar las ambiciosas metas establecidas en la visión “Destino 2030”.
El gobernador Dapo Abiodun de Ogun también elogió el Festival Ojude Oba, calificándolo de catalizador para el desarrollo de Ijebuland y piedra angular de la identidad cultural de la región. Destacó la importancia de preservar este rico patrimonio y se comprometió a trabajar en colaboración con el Gobierno Federal para hacer del festival una atracción turística mundial.
Esta edición del Festival Ojude Oba ha puesto de relieve la importancia de la unidad y la armonía en el contexto actual de Nigeria. Es imperativo fortalecer estos valores para superar los desafíos actuales e impulsar al país hacia un futuro mejor.
El evento estuvo marcado por la presencia de más de 100 grupos de edades de la región, vestidos con impresionantes atuendos tradicionales, rindiendo homenaje al líder tradicional, el Aujale de Ijebuland, Oba Sikiru Adetona. Esta celebración demostró una vez más la importancia de preservar y promover la rica tradición cultural de Nigeria.
En conclusión, el Festival Ojude Oba es mucho más que una simple celebración anual: es un testimonio vibrante de la unidad, la armonía y el orgullo cultural del pueblo nigeriano. Encarna la diversidad y riqueza del patrimonio del país y continúa siendo un pilar esencial en la promoción del turismo y el desarrollo económico.