La jefatura de Panduru, situada en el territorio de Mahagi en Ituri, está experimentando importantes avances en la resolución de conflictos consuetudinarios. De hecho, el martes 18 de junio se creó un comité para arbitrar estas disputas. Compuesto principalmente por líderes tradicionales, la misión de este comité es contribuir a la consolidación de la paz mediante la prevención de conflictos, en particular los relacionados con las fronteras y la sucesión del poder consuetudinario.
Durante la elección de los miembros de este comité, que tuvo lugar tras un taller organizado por la División Provincial de Asuntos Consuetudinarios con el apoyo de la MONUSCO, Emmanuel Agenonga fue elegido presidente. Consciente de la magnitud de la tarea que le espera, expresa la necesidad del apoyo de sus predecesores para asimilar lo mejor posible sus nuevas responsabilidades. Su principal objetivo es garantizar que los conflictos no obstaculicen la cohesión social y la paz en la región.
Los conflictos por la sucesión del poder consuetudinario, particularmente en el caso de la muerte de un jefe, a menudo pueden causar tensiones dentro de las comunidades y comprometer los esfuerzos de consolidación de la paz. Según Jean Bosco Abiandroa, jefe de la división provincial encargada de los asuntos consuetudinarios en Ituri, la creación de este comité es una medida crucial para prevenir este tipo de incidentes y promover la estabilidad en la región.
Este proyecto forma parte del plan de transición de MONUSCO, cuyo objetivo es contribuir a la estabilización y el fortalecimiento de las instituciones estatales en la República Democrática del Congo. Al alentar la participación de los actores locales, en este caso los jefes consuetudinarios, en la resolución de conflictos y la promoción de la paz, esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer los mecanismos para prevenir tensiones y promover un clima de coexistencia pacífica dentro de la jefatura Panduru.
En conclusión, la creación de este comité marca un importante paso adelante en la gestión de los conflictos consuetudinarios en la región de Mahagi. Al involucrar a los líderes locales en la resolución de disputas, esta iniciativa no sólo contribuye a fortalecer la paz social, sino también a promover mecanismos sostenibles de prevención de conflictos en esta parte de la República Democrática del Congo.