Los desafíos de repatriar a los refugiados ruandeses y burundeses en 2024

La necesidad de repatriar a los refugiados ruandeses y burundeses en 2024 plantea una serie de desafíos. Entre la intransitabilidad de las carreteras y el desbordamiento del lago Tanganica, las autoridades competentes se enfrentan a una carrera contrarreloj para garantizar el regreso de más de 5.000 personas a su país de origen.

Las cifras hablan por sí solas: más de 84.000 refugiados ruandeses y burundeses se encuentran actualmente acogidos en la provincia de Kivu del Sur, repartidos entre los campos de Lusenda y Mulongwe. Entre ellos, más de 1.200 pudieron ser repatriados antes de que se deterioraran las condiciones logísticas. La carretera nacional número 5, que une Uvira con Fizi, se ha vuelto intransitable, bloqueando el proceso de retorno de los refugiados. Asimismo, el desbordamiento del lago Tanganica complica aún más la situación, imposibilitando el cruce entre Uvira y Kavimvira.

Nadine Ndjoya, jefa de oficina de ACNUR/Kivu del Sur, destaca la magnitud del desafío logístico que enfrentan. Pese al objetivo de repatriar al menos a 5.000 refugiados este año, no se dan las condiciones para garantizar un retorno seguro y digno. Las necesarias intervenciones logísticas, centradas principalmente en el transporte terrestre, se ven obstaculizadas por vías de acceso intransitables.

ACNUR y CNR lanzan un llamamiento a la solidaridad, recordando la importancia de apoyar a los refugiados en su proceso de retorno. Augustin Bulimuntu, jefe de la sección CNR/Bukavu, insiste en este aspecto crucial, mientras que más de 2 millones de desplazados internos de Kivu del Norte también reciben apoyo en la región, especialmente en Minova y Kalehe.

La creación de clusters dedicados a esta causa permite apoyar a estas poblaciones vulnerables, pero la emergencia persiste. La repatriación de refugiados ruandeses y burundeses en 2024 sigue siendo un gran desafío, que requerirá una movilización constante para superar los obstáculos logísticos y garantizar un regreso seguro y digno a estas personas en busca de estabilidad y normalidad en sus vidas.

Esta situación pone de relieve la importancia de la cooperación y la solidaridad internacionales para abordar las crisis humanitarias y los movimientos de población que persisten en la región. La comunidad internacional debe actuar de manera coordinada y eficaz para ofrecer una perspectiva de futuro a los refugiados y desplazados internos, respetando al mismo tiempo su dignidad y sus derechos fundamentales.

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