Joven “Wazalendo”: energía patriótica en acción para defender la República Democrática del Congo

Los acontecimientos actuales en la República Democrática del Congo revelan una dinámica sin precedentes, la de los jóvenes comprometidos con la defensa de su país. Entre ellos, un grupo de jóvenes de entre 18 y 25 años, llamados «Wazalendo» o «resistentes patrióticos», tomaron las armas para proteger a su nación. Estos jóvenes se unieron al ejército congoleño movilizado para repeler con éxito a los rebeldes del M23, apoyados por el ejército ruandés, de la ciudad de Sake.

El comandante Katembo Faustin, al frente del grupo FAR-W (Fuerzas Armadas de Resistencia de Wazalendo), destacó la importancia de la unidad y la colaboración en esta victoria:

«Nuestro éxito contra el M23 surge de nuestra unión con el gobierno y nuestra solidaridad como Wazalendo para repeler al enemigo. Puedo asegurarles que el M23 nunca regresará aquí. Estamos haciendo todo lo posible para proteger a Sake».

Los enfrentamientos entre las FARDC (Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo), apoyadas por los Wazalendo, y los rebeldes del M23 se han intensificado en la región de Kivu Norte. Muchos jóvenes congoleños han tomado las armas, impulsados ​​por un sentido del deber para con su patria.

Innocent Mihigo, luchador del grupo FAR-W, expresó sus motivaciones:

“Decidí tomar las armas para defender mi país, honrar la bandera nacional y dar esperanza a mis compatriotas congoleños. Deben entender que estamos luchando para defender la nación con amor y unidad”.

A pesar de esta efusión patriótica, las organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación. Reconocen la dedicación de estos jóvenes combatientes, pero condenan las violaciones de derechos humanos cometidas por algunos junto al ejército congoleño. Estas organizaciones están pidiendo al gobierno que ejerza una mayor supervisión y rendición de cuentas.

Moïse Hangi, activista de LUCHA, destacó la dualidad de la situación:

«Los jóvenes que defienden su tierra contra la agresión extranjera son legítimos, pero cabe señalar que algunos cometen actos contrarios a la ley. El gobierno debe supervisar y garantizar que estos jóvenes sean monitoreados».

La ciudad de Sake ha estado prácticamente desierta durante meses y ahora parece una ciudad fantasma. Situado a unos veinte kilómetros al oeste de Goma, el Sake se considera la última barrera de seguridad que protege Goma.

Los combatientes de la resistencia Wazalendo patrullan diariamente para evitar cualquier infiltración. El jueves pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó enérgicamente los recientes ataques de los rebeldes del M23, que causaron víctimas civiles e hirieron a un miembro de las fuerzas de paz de la MONUSCO. Desde finales de 2021, los territorios de Rutshuru y Masisi, en Kivu del Norte, se han visto afectados por el conflicto entre los rebeldes del M23 y las FARDC. La situación sigue siendo tensa en el este de la República Democrática del Congo y los combates parecen estar lejos de terminar.

La movilización de estos jóvenes luchadores patrióticos de la resistencia refleja el ardiente deseo de defender su país frente a la adversidad. Sin embargo, es imperativo que las autoridades garanticen el respeto a los derechos humanos y la supervisión de las acciones realizadas sobre el terreno para preservar la integridad de las operaciones militares. La República Democrática del Congo atraviesa un período crítico, en el que cada gesto cuenta para garantizar la estabilidad y la seguridad de la nación.

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