Fatshimetrie: Una crisis ecológica amenaza la pesca en el lago Alberto
La pesca en el lago Alberto, pilar económico y alimentario de muchas comunidades locales de la República Democrática del Congo, se enfrenta hoy a una crisis sin precedentes. De hecho, la producción pesquera ha disminuido considerablemente, poniendo en peligro los medios de vida de los pescadores y la biodiversidad acuática de la región.
La Asociación de Pescadores del Lago Alberto dio recientemente la alarma durante la celebración del Día Nacional del Pescado en Kasenyi, Ituri. Según esta organización, el descenso de la producción pesquera y la desaparición de determinadas especies se deben principalmente al incumplimiento de la normativa pesquera. Los pescadores denuncian la laxitud de los servicios especializados y la ausencia de autoridad estatal en muchas localidades lacustres, favoreciendo así la sobreexplotación de los recursos pesqueros.
La situación es alarmante: la producción pesquera diaria se estima actualmente entre 10 y 20 kilogramos por canoa, frente al centenar de hace unos años. Además, unas 40 especies de peces han desaparecido del lago Alberto, lo que refleja la magnitud de la crisis ecológica actual.
El presidente de la Asociación de Pescadores atribuye esta situación a la superpoblación de pescadores, con más de diez mil registros activos en los territorios de Djugu, Irumu y Mahagi. Esta concentración excesiva fomenta el uso de técnicas de pesca ilegales, como redes de malla y mosquiteras prohibidas, y altera las zonas de cría de peces, comprometiendo así la biodiversidad del lago Alberto.
Es imperativo que el gobierno tome medidas urgentes para restablecer el orden y proteger los recursos pesqueros del lago Alberto. Imponer la autoridad estatal en las localidades ribereñas del lago, actualmente bajo la influencia de grupos armados, es un primer paso crucial para combatir las actividades pesqueras ilegales y preservar el equilibrio ecológico del lago.
El jefe de la división de pesca de Ituri subraya la importancia de controlar las actividades pesqueras, pero insiste en la necesidad de una acción gubernamental firme para erradicar las prácticas nocivas para el medio ambiente. Es hora de actuar juntos, pescadores, autoridades locales y gobierno, para salvar el lago Alberto de la sobreexplotación y salvaguardar su frágil ecosistema para las generaciones futuras.