El lugar de acantonamiento de los combatientes solicitantes del Programa de Desarme, Desmovilización, Recuperación Comunitaria y Estabilización (P-DDRCS) en Kasando, en el territorio de Lubero, fue escenario hace una semana de un acto de violencia sin precedentes. Los rebeldes del M23 incendiaron este lugar de transición y reintegración mientras ocupaban la comuna rural de Kirumba, situada a 75 kilómetros del centro de Lubero.
Según la información recogida por Radio Okapi del jefe de la emisora P-DDRCS Butembo-Lubero, Yuston Kambale Kinyali, los rebeldes destruyeron completamente el acantonamiento de Kasando prendiéndole fuego. Este lugar, que albergó a 287 excombatientes en espera de reintegración comunitaria, quedó reducido a cenizas en unos instantes. Las consecuencias de este acto de destrucción son graves, porque las operaciones de desarme y desmovilización se encuentran actualmente paralizadas en territorio de Lubero.
Los excombatientes, procedentes de Mubambiro en Masisi y de Mambango en Beni, debieron huir del lugar al ver la inminente llegada de los rebeldes. Se dispersaron poniendo en riesgo su propia seguridad. Yuston Kambale Kinyali expresa su temor por su destino y destaca el riesgo que corren al estar expuestos a grupos armados y al M23. Pide a las autoridades que faciliten la búsqueda de excombatientes para albergarlos.
El acantonamiento de Kasando, el único lugar de reunión de los combatientes candidatos del P-DDRCS en la ciudad de Butembo y el territorio de Lubero, fue destruido. Las infraestructuras, instalaciones y equipamientos destinados al alojamiento y cuidado de los excombatientes fueron destruidos, dejando un campo de ruinas.
La toma de la comuna rural de Kirumba por los rebeldes representa un nuevo revés para la estabilidad de la región. La población local se enfrenta ahora a una situación de mayor inseguridad, mientras que los esfuerzos por reintegrar a los excombatientes se ven comprometidos.
Este violento ataque pone de relieve una vez más la urgencia de una acción concertada para restablecer la paz y la estabilidad en la región de Kivu del Norte. Las autoridades deben actuar rápidamente para proteger a las poblaciones vulnerables, restablecer el diálogo con los grupos armados y relanzar los programas de desarme y reintegración de los excombatientes. Sólo un compromiso firme y sostenido permitirá poner fin a la espiral de violencia que asola esta región desde hace demasiado tiempo.