El panorama político británico se ha visto sacudido recientemente por un giro inesperado. Los primeros vuelos de deportación previstos a Ruanda desde el Reino Unido finalmente no verán la luz. El anterior Primer Ministro británico había prometido que estos vuelos saldrían del Reino Unido a principios de julio, pero la caída de su partido en las últimas elecciones trastocó sus planes.
Aunque en Ruanda todo está preparado para acoger a los solicitantes de asilo deportados, el nuevo Primer Ministro, Keir Starmer, criticó duramente el plan de migración y asilo puesto en marcha en 2022. Destacó su ineficacia como medio de disuasión, subrayando que la baja tasa de probabilidad de ser deportado a Ruanda nunca había sido un obstáculo real. Según él, este sistema incluso tuvo el efecto contrario, al animar a los inmigrantes a permanecer en el Reino Unido y aprovechar las ayudas ofrecidas por el gobierno.
Sin embargo, el gobierno conservador había presentado este acuerdo con Ruanda como una importante medida disuasoria para desalentar los cruces del Canal hacia el Reino Unido. Sin embargo, el elevado coste de esta medida ha causado polémica. Según información de la Oficina Nacional de Auditoría, se pagarían hasta 190.000 dólares por cada persona enviada a Ruanda durante un período de cinco años.
Por parte ruandesa, el consultor Gatete Ruhumuliza lamenta el abandono de este plan. Subraya el compromiso de su país con los refugiados, recordando que muchos ruandeses han experimentado el exilio. Para él, es importante tratar a los refugiados con dignidad, debido a la historia de su país marcada por el exilio.
La revelación de que el plan había sido abandonado generó dudas sobre los próximos pasos a seguir. En 2023, alrededor de 29.000 inmigrantes cruzaron el Canal de la Mancha para llegar al Reino Unido. Por el momento, Kigali aún no ha reaccionado a esta decisión.
Esta situación plantea cuestiones clave sobre las políticas de asilo e inmigración, así como sobre los enfoques adoptados para gestionar los flujos migratorios. Es crucial encontrar soluciones sostenibles y humanas para responder a los desafíos que plantea el movimiento de poblaciones en todo el mundo.