Los desafíos de adquirir energía nuclear en Sudáfrica: la batalla legal entre el gobierno y la oposición

Recientemente, el Ministro de Electricidad y Energía, Kgosientsho Ramokgopa, ha suscitado cierta polémica al expresar su voluntad de defender ante los tribunales la decisión de su departamento de adquirir 2.500 megavatios de energía nuclear, tras un recurso de apelación interpuesto por el partido de oposición Alianza Democrática (DA).

En sus declaraciones, el Ministro destacó que el programa de expansión nuclear estaba en línea con el Plan Integrado de Adquisiciones (PIR) de 2019 y formaba parte de las decisiones tomadas por el gobierno del presidente Cyril Ramaphosa. También recordó al DA que ahora formaba parte del gobierno de unidad nacional y advirtió que las políticas existentes del sexto gobierno se mantendrían y defenderían.

El fiscal del distrito cuestionó el proceso de determinación del anterior ministro Gwede Mantashe al aprobar la adquisición de energía nuclear, argumentando que representaba la licitación pública más grande en la historia de Sudáfrica, con costos estimados en al menos 400 mil millones de rands. Por tanto, el objeto del litigio parece centrarse en la legalidad de las decisiones ministeriales y la transparencia del proceso de toma de decisiones.

Es interesante observar la posición del gobierno actual en cuanto a la limitación de costes y el método de financiación previsto para este proyecto, destacando en particular que la financiación no puede sustentarse en el balance de Eskom. Por ello, el Ministro destacó la necesidad de encontrar soluciones financieras adecuadas y confirmó el papel de Eskom como operador del proyecto.

El partido de la oposición ha expresado su intención de llevar al Gobierno ante los tribunales para cuestionar la legalidad de la medida adoptada por el anterior ministro, argumentando que no se habían dado adecuadamente las condiciones para la determinación del artículo 34 de la Ley de Regulación de la Electricidad.

Por lo tanto, está claro que esta disputa plantea cuestiones cruciales sobre la toma de decisiones en materia de energía nuclear en Sudáfrica y pone de relieve los desafíos políticos y regulatorios que enfrenta el gobierno.

Mientras la disputa continúa en los tribunales, queda por ver cómo defenderá el ministro Ramokgopa la posición de su departamento y se adaptará a las cuestiones económicas y medioambientales vinculadas a este controvertido proyecto.

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