En un comunicado de prensa publicado este jueves 11 de julio, el Gobierno belga condenó enérgicamente la participación de Ruanda en el apoyo al grupo armado M23 y a la plataforma político-militar Alliance Fleuve Congo. Bélgica señala el despliegue masivo de las fuerzas de defensa ruandesas (RDF) en territorio congoleño, así como el control efectivo de las operaciones militares por parte de estas fuerzas.
Esta firme posición de Bélgica se produce tras el informe final del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre la República Democrática del Congo (RDC), que destaca graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. El informe también destaca la presencia de más de 7 millones de desplazados internos en la República Democrática del Congo, casi el 80% de los cuales tuvieron que huir debido a la inseguridad y la violencia, en particular la violencia sexual y de género.
Bélgica también está preocupada por el aumento de las actividades económicas ilegales, el tráfico y la explotación ilícita de los recursos naturales de la República Democrática del Congo. Pide que los autores de estos crímenes y violaciones sean llevados ante la justicia, destacando la importancia de luchar contra la impunidad.
Además, Bélgica insta a las autoridades congoleñas a poner fin a toda cooperación con los grupos armados, en particular las FDLR y los Wazalendo. Pide a todas las partes involucradas que participen decididamente en los procesos diplomáticos regionales, con el objetivo de encontrar soluciones pacíficas a los conflictos que desgarran la región.
Esta condena clara y firme del Gobierno belga demuestra la importancia de la cooperación internacional para poner fin a las violaciones de derechos humanos y contribuir a la estabilización de la región de los Grandes Lagos. Es esencial que todas las partes interesadas participen activamente en soluciones pacíficas y duraderas para poner fin al sufrimiento de las poblaciones civiles y promover la paz y la seguridad en la región.