“Fatshimetrie”: Las tensiones dentro de la AFDC-A revelan fricciones políticas en la Unión Sagrada
Desde que asumió el gobierno de Suminwa, parecen haberse acumulado frustraciones y desacuerdos dentro del AFDC-A, un grupo político liderado por Modeste Bahati. Los acalorados debates sobre la distribución de las carteras ministeriales revelan una profunda preocupación por la justicia política dentro de la familia política del jefe de Estado, Félix Tshisekedi.
Directivos y activistas de la AFDC-A expresan su descontento por lo que perciben como marginación en la composición del gobierno. Subrayan el papel crucial desempeñado por su grupo en la reelección del presidente y en la obtención de una mayoría parlamentaria significativa. A pesar de su posición como segunda fuerza política dentro de la Sagrada Unión, creen que reciben un trato injusto en la distribución de responsabilidades ministeriales.
La cuestión del nombramiento de ciertos ministros sin un número suficiente de diputados en sus grupos o partidos políticos plantea dudas legítimas sobre la equidad y transparencia del proceso de selección. Los miembros de AFDC-A también deploran el hecho de que las críticas al presidente Tshisekedi sean mejor recompensadas que su leal apoyo.
Esta situación pone de relieve las divergencias y rivalidades internas dentro de la Unión Sagrada, poniendo así en peligro la cohesión y la solidaridad dentro de la coalición presidencial. Los llamados a una justicia política equitativa tienen como objetivo corregir las injusticias percibidas y preservar la unidad necesaria para garantizar el éxito del proyecto de transformación y desarrollo del país.
Es esencial que los actores políticos de la Sagrada Unión promuevan el diálogo, la consulta y el entendimiento mutuo para superar las diferencias y fortalecer la confianza entre los diferentes socios. La transparencia y la inclusión en la toma de decisiones políticas son esenciales para garantizar la legitimidad y la estabilidad del gobierno.
En última instancia, el llamado de los miembros de AFDC-A a una reparación de la justicia política debe entenderse como una invitación a promover la democracia participativa y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los actores políticos involucrados en la construcción de un futuro mejor para la República Democrática del Congo.